Pese a los reclamos de la Iglesia católica durante el fin de semana, Marcos Peña afirmó que "el Presidente fue muy claro en su convicción de la importancia de dar el debate"
Tras los duros mensajes de la Iglesia católica durante el fin de semana, y ante el inicio de las exposiciones en el Senado, el Gobierno reiteró este martes que no vetará el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo si finalmente es convertido en ley.
"El Presidente ha sido claro en su convicción de la importancia de dar el debate. Esto implica respetar el resultado del acuerdo y por supuesto no vetar la ley", sostuvo el jefe de Gabinete, Marcos Peña.
Al término de una reunión de Gabinete nacional, el funcionario dijo también que no cree que exista un “conflicto” con la Iglesia por el debate que impulsó Mauricio Macri.
"Es una muy buena relación, institucional, como lo es con los demás cultos. Hemos sido siempre respetuosos de su palabra, de las cuestiones que cada uno aporta. No encontramos que haya una razón de fricción por habilitar el debate, algo que está en el centro de la vida republicana de nuestro país" , afirmó.
El lunes, el flamante obispo de La Plata, Víctor "Tucho" Fernández, que sucedió al polémico monseñor Héctor Aguer, fue tajante y le sugirió a Macri que vete una posible ley de aborto, en caso de que sea sancionada.
Fernández puso el ejemplo del presidente uruguayo Tabaré Vázquez y le reclamó rechazarla si es que “tiene una profunda convicción sobre el tema”.
Ya había hecho lo propio el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, en una ceremonia en el Luna Park. "No es progresista pretender resolver los problemas eliminando una vida humana”, sostuvo y fue más allá: "Nos duele y entristece que se piense en legislar para que muchos argentinos que se están gestando en las panzas de sus mamás no puedan entrar en la fiesta de la vida en esta Argentina que es para todos”.