Mauricio Macri hizo hoy autocrítica por la crisis cambiaria.
En el acto por el Día de la Independencia, pidió colaboración a los gobernadores para avanzar en un acuerdo por el Presupuesto 2019 y a los empresarios para exigirles un “mayor aporte” para mover la economía.
“Estamos pasando una tormenta, una tormenta fruto de muchas circunstancias. Entre ellas hay temas de nuestra propia gestión, de los mercados externos y de las políticas tomadas por gobiernos anteriores”, aseguró Macri en el acto por el aniversario de la Declaración de la Independencia, acompañado por la vicepresidenta Gabriela Michetti; Marcos Peña -jefe de Gabinete-; el gobernador tucumano,Juan Manzur, y varios ministros.
“Comparto las angustias del momento, pero estoy seguro de que vamos a llegar al país en el que todos los argentinos podremos realizarnos”, dijo. Hace poco más de un mes y medio, ya con la crisis cambiaria desatada, las palabras de Macri sobre eventuales errores propios eran diferentes: “La autocrítica que me hago es que siempre he sido muy positivo. Tal vez puse metas ambiciosas para todos y no dijimos el diagnóstico duro”.
Los factores externos -la suba de tasas de interés de Estados Unidos y el precio del petróleo- y la sequía en el ámbito interno se ofrecían a Macri y los principales funcionarios como explicaciones de las turbulencias del dólar y la inflación.
Las salidas de Federico Sturzenegger del Banco Central y los ministros Juan José Aranguren y Francisco Cabrera acaso hayan sido el modo de asumir errores o la necesidad de comunicar cambios para buscar una recuperación. “Hay obstáculos en el camino y cuando cometemos errores los corregimos, pero tenemos firme la voluntad y la seguridad de que estamos acá para hacer las cosas bien”, dijo el presidente en la Casa de Tucumán, luego de evitar el Tedeum en la Catedral -Michetti fue en su lugar y escuchó los reproches al Gobierno por el debate sobre la legalización del aborto- y entre fuertes medidas de seguridad: el propio Manzur le había garantizado que no iba a pasar situaciones incómodas, como cuando fue insultado en el sur de la provincia, en abril de 2017.
El mensaje había sido pensado más que por la autocrítica para lanzar un llamado a la unidad y a la búsqueda de acuerdos, según funcionarios que trabajaron en el discurso.
“Convoco a todos, en especial a los dirigentes de este país, a que hagan su aporte desde la sensatez, la racionalidad y el profesionalismo”, dijo. Y siguió: “Este no es el momento de oportunismos y demagogias, no es momento de ser egoístas”, buscó Macri marcar diferencias con sectores de la oposición. “Es necesario que los empresarios muestren un mayor aporte. Ya no hay un Estado que aplasta, que pone trabas”, dijo el Presidente, y pareció apoyar su pedido en la decisión de mantener la baja de retenciones: “Es un Estado que allana el camino para que puedan crecer y aumentar su productividad. Que no cambia las reglas de juego ni aun en las tormentas”.
Extendió la convocatoria a los gobernadores: “A colaborar desde su lugar para que tengamos un Presupuesto del año que viene ordenado, así vamos a poder ir terminando con el déficit fiscal”.
En el final mechó frases con tono de campaña: “No nos quedemos a medio de camino. Todo el esfuerzo que estamos haciendo juntos vale la pena”.