Croacia repitió su mayor hazaña de hace dos décadas al pasar este sábado a semifinales del Mundial-2018 por la tanda penales 4-3, tras empate 2-2, eliminando al anfitrión Rusia, en una cita máxima que ya despidió a todos los seleccionados sudamericanos. Croacia jugará con Inglaterra en semifinales el miércoles próximo en Moscú, mientras el otro cruce lo disputarán un día antes Francia y Bélgica en San Petersburgo.
El conjunto croata logra avanzar en este Mundial por la tanda de los penales por segunda vez consecutiva, tras eliminar por esa via a Dinamarca en octavos de final.
Los de Rakitic y Modric tenían casi asegurado el pase en el tiempo suplementario al ponerse 2-1 con un tanto de Donagoj Vida al 101 pero cinco minutos antes del cierre Mario Fernandes dejó vivos a los anfitriones para forzar la tanda de penales, que finalmente ganaron los croatas.
Y la batalla del Mar Negro se inclinó hacia la nación más pequeña que salió airosa porque cuenta con dos jugadores de la elite mundial como Modric y Rakitic, los cerebros de un equipo que ha vuelto a meterse en semifinales como en Francia-1998, su mejor actuación histórica.
Empujada por su público que colmó el estadio Olímpico de Sochi, Rusia intentó con mucha voluntad y corazón pero mostró sus limitaciones a la hora de imponer el juego.
El anfitrión deja el torneo con una imagen muy diferente al de la previa porque arrancó su cita máxima como el peor de los participantes en el ranking de la FIFA y terminó a un nivel superior al de muchas favoritas.