Mauricio Macri quiere borrar del mapa las turbulencias financieras anunciando un respaldo que rondaría los U$s 40.000 millones, con fondos provenientes del FMI, el Banco unail, el Interamericano de Desarrollo y la CAF.
Todo girará en torno a un crédito stand by del Fondo Monetario.

Los bonos argentinos fueron los más castigados en el mundo emergente en estos dos meses.

El Gobierno busca llegar a las elecciones del 2019 con el escenario financiero despejado.
Las necesidades de financiamiento para lo que resta el año, según una estimación de Eco Go, son U$S 3.701 millones. Y US$ 26.413 millones para el próximo. Aunque en Finanzas sostienen que las necesidades se achicarían por el ajuste fiscal. A cambio de la ayuda financiera, Macri se comprometería a llevar adelante un ajuste más rápido.

La meta de déficit pasaría de 2,7% del PBI a 2,5% este año.

Esto se conseguiría por la baja de gastos en la obra pública -se ejecutarán $30.000 millones menos-, del funcionamiento del Estado -se ahorrarán $ 26.400 millones en un año-, y eventualmente menos transferencias de capital a provincias, explican en el Gobierno.