El presidente de River está cuestionado luego de los enfrentamientos entre barrabravas el domingo pasado. No quiso opinar sobre las amenazas que recibió su hija
El presidente de River Plate, José María Aguilar, dijo hoy que no piensa renunciar a su cargo, a la vez que se negó a hablar sobre la pintada amenazante en el colegio al que asiste su hija.
"Varias veces me lo preguntaron y se está poniendo algo tentador, pero no pienso renunciar. No es es el momento, sería un mensaje poco alentador para aquellos que tenemos responsabilidades y queremos llevarlas a cabo con dignidad", dijo Aguilar ante la prensa.
Aguilar está en el ´ojo de la tormemnta´ luego de los enfrentamientos que protagonizaron los barras barvas de River el pasado domingo, en el playón de la salida de la tribuna popular local luego del cotejo que jugaron River e Independiente.
El presidente de River no quiso hablar de la pintada amenazante en la puerta del colegio Saint Patrick al que asiste su hija ("La sangre derramada será vengada") y expresó "no hablo de temas personales".
Aguilar no identificó a los violentos que participaron en los incidentes en la salida del la tribuna popular, pese a que los mayores sospechosos son los líderes de la barra brava del club, Alan Schenkler y Adrián Rousseau.
"No tengo que sospechar o dejar de sospechar de nadie. De todas maneras hay cámaras, videos, brigadas policiales e investigaciones judiciales, creo que no soy yo quien tengo que precisar quién fue, es una cuestión que escapa a la órbita del club", explicó el dirigente.
El titular riverplatense, quien fue respaldado por el presidente de AFA Julio Grondona, agregó "Se sabía que podía suceder algo como lo del domingo, pero si hay 50 tipos que se quieren pelear es difícil de evitarlo aunque pongas al Ejército y a la Gendarmería".
Esta es la segunda vez en el año en que se registran incidentes en el estadio Monumental, ya que el 11 de febrero último, cuando jugaron River-Lanús, se pelearon los barras bravas en el quincho del club, en un incidente en el que no faltaron armas blancas y de fuego.
Debido a ese incidente, el estadio fue inhabilitado por cinco fechas, aunque finalmente la sanción se redujo a tres partidos.