Los tres jueces de un tribunal de apelación confirmaron el miércoles por unanimidad la condena por corrupción y lavado de dinero al expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y aumentaron la sentencia inicial a 12 años de cárcel, alejando sus aspiraciones de volver al poder.
Lula, que aún dispone de recursos para evitar la prisión, fue considerado culpable de haberse beneficiado de un apartamento tríplex ofrendado por la constructora OAS a cambio de su mediación para obtener contratos en Petrobras. La condena inicial era de nueve años y medio de prisión.
Los magistrados del Tribunal Regional Federal nº 4 (TRF4) de Porto Alegre (sur) respaldaron ampliamente las conclusiones del juez Sergio Moro, autor de la sentencia de primera instancia.
El caso se enmarca en la Operación Lava Jato sobre sobornos pagados por constructoras a políticos de todas las tendencias para obtener contratos en la petrolera estatal.
El aumento de la sentencia a 12 años y un mes de prisión se debe al agravante de que Lula, por su posición de máximo mandatario de la República de 2003 a 2010, carga con una "culpabilidad extremamente elevada", en palabras del juez Joao Gebran Neto.