En el primer discurso que pronunció hoy en Chile, el Sumo Pontífice pidió perdón ante el "daño irreparable" causado a los menores por parte del clero chileno
En su primer discurso ante las autoridades chilenas, el papa Francisco dijo este martes que era "justo pedir perdón" y que sentía "dolor y vergüenza" ante el "daño irreparable" causado a los niños víctimas de abusos sexuales por parte del clero chileno.
"Y aquí no puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza que siento ante el daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la Iglesia", señaló desde el palacio de La Moneda en su primer acto desde la llegada a Chile.
Además, Francisco pidió en su discurso que se escuche a los desocupados, a los pueblos originarios, a los inmigrantes, a los jóvenes, a los ancianos y a los niños, "que se asoman al mundo con sus ojos llenos de asombro e inocencia y esperan de nosotros respuestas reales para un futuro de dignidad".
"Me quiero unir a mis hermanos en el episcopado, ya que es justo pedir perdón y apoyar con todas las fuerzas a las víctimas, al mismo tiempo que hemos de empeñarnos para que no se vuelva a repetir", dijo el Sumo Pontífice.
En la segunda parte del discurso, el Papa lamentó que los pueblos originarios sean "frecuentemente olvidados y cuyos derechos necesitan ser atendidos y su cultura cuidada, para que no se pierda la identidad y riqueza de esta nación".
En el acto, el papa Francisco se manifestó alegre de poder estar nuevamente en Latinoamérica. "Chile ha sabido hospedarme en mi juventud. Gracias señora presidenta por estas palabras de bienvenida. Quiero abrazar al pueblo chileno", expresó.