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21 de noviembre de 2024
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Carrió lo torea a Macri hasta en las Fiestas y acusa de golpistas a los K
Dijo que ya no se banca a la dupla Angelici-Nosiglia. Y hasta sugirió que si el presidente no los aparta podría irse de la alianza Cambiemos. También vaticinó que Calcaterra va a ir preso. Dolor de cabeza para el Gobierno
24 de diciembre de 2017
A Elisa Carrió no le importó a celebración de la Navidad. No da tregua, nunca.

Aceptó darle una entrevista a La Nación para, entre otras cosas, insinuar que no llegará dentro de la alianza Cambiemos al 2019 si Mauricio Macri continúa avalando las gestiones de su operador judicial, el presidente de Boca, Daniel Angelici, y su sociedad política con Enrique Coti Nosiglia, alguna vez no de los operadores preferidos de Raúl Alfonsín.

-Da la impresión de que el punto más sensible judicialmente para el Presidente es Calcaterra, su primo, le consultaron.

-No, Calcaterra seguramente va a ir preso, pero no lo afecta al Presidente. Que lo haga en lo personal no quiere decir que él vaya a impedirlo. El problema no es quién es sino si tiene impunidad. Y el Presidente eso lo tiene clarísismo. Sí me preocupan algunos amigos explícitos que están en el juego, en el fútbol, en la política. Me aleja mucho de Cambiemos el acuerdo en la Capital entre Coti Nosiglia y Angelici, respondió. -¿Pero qué le reclama a Macri concretamente?

-Lo que debe ser. Ellos sabrán lo que hacen y yo sabré lo que haga. La legitimidad de Cambiemos lo evalúa la sociedad. Si para Cambiemos nuestros actos son buenos, la Coalición Cívica va a ser parte de Cambiemos. Pero si la sociedad se inclina por un Cambiemos más ligado al fútbol, a los negocios, a las viejas tradiciones políticas, seguramente nosotros no tenemos más nada que hacer. Y esa es una definición de 2018, no llego al 2019 sin definiciones claras en esta materia.
Carrió también denunció un intento de "desestabilización" de parte del kirchnerismo y la izquierda, y dijo que por momentos sintió un "déjà vu de 2001".

Sin embargo, al mismo tiempo, reconoció una serie de errores del oficialismo. "Siempre creo que la democracia exige explicaciones, pero hay algunas teorías de la comunicación y algunos sectores del Gobierno que dicen que no hay que comunicar", apunta sin dar nombres, pero en dirección al tándem Marcos Peña-Durán Barba.

También criticó al Ministerio del Interior por no haber garantizado el voto de los legisladores que responden a los gobernadores.

-¿Quedó conforme con el resultado final de la reforma previsional, a pesar de las críticas?

-Estoy conforme con la reforma a futuro, porque hay que medir lo que implica en el mediano y largo plazo. La formula de actualización es la mejor que pueden tener los jubilados, nunca pierden contra la inflación; es más, casi seguro ganan, porque capitalizan después de la inflación de tres meses. Por ejemplo, el año que viene le estarán ganando por 4 o 5 puntos a la inflación. El problema era el ensamble, que se va a compensar a los que cobran hasta $ 10.000 pesos con ese bono que propusimos. El sistema previsional hay que revisarlo en tres años, porque el problema ya no es quiénes son los jubilados hoy, el problema es que nadie en la Argentina va a tener 30 años de aportes para jubilarse en los próximos 10 años.

-¿Por qué la parte mayor de la reducción del déficit fiscal recae en los jubilados? -No es así, el problema es que los impuestos estaban financiando la Anses; y el otro problema es que tenemos 8 millones de jubilados con 4 millones de aportantes. Ese fue el dispendio, y no le podemos sacar la jubilación a quien se jubiló sin hacer los aportes. El sistema estaba por estallar, se robaron la Anses, porque depositaban en los bancos, básicamente al de Elsztain y el de Brito, que a su vez daban a bajas tasas a las inversiones que hacían algunos presos de hoy, como Báez y López.

-¿Cómo surgió la propuesta del bono compensatorio?

-Fue una invención colectiva, diría yo (risas). Yo pedí el bono, y no salía, no lo había hablado directamente con el Presidente, pero me pareció que si no salía por la Presidencia iba a salir por el Parlamento, porque no se podía convalidar esa injusticia.

-Algunos sostienen que si estaba la posibilidad del bono lo hubiesen planteado antes así se evitaban el fracaso del jueves

-En realidad no estaba la posibilidad del bono, la invente ahí, en la sesión del jueves, como una manera de destrabar. Se estaba hablando, pero yo dije que el bono estaba, fue un acuerdo de todo Cambiemos..., bueno, no recuerdo si fue de todo Cambiemos, bah, el lunes sí fue de todo Cambiemos (risas). Yo tenía que salvar al Parlamento, salvar una sesión, salvar la ley, cubrir al Presidente y no traicionar a los jubilados. Estoy segura de que en dos años los jubilados nos van a agradecer.

-¿Y cómo fue la situación con el decreto que no se firmó? ¿Lo frenó usted?

-Yo tenía una reunión en la Casa de Gobierno a la que no llegué. Porque tomo distancia de las situaciones. Yo me daba cuenta de que estábamos frente a un claro intento de déjà vu de 2001 en las acciones del Frente para la Victoria, en la actitud de los que atropellaron al presidente de la cámara (Emilio Monzó), era como un 2001 sin contexto. Entonces preferí quedarme sola mirando la situación. Y en un momento me llamaron por el decreto y les dije que bajo ningún concepto podrían hacerlo, y ahí me prefigure clarísima la imagen de De la Rúa con el estado de sitio.

-¿Que buscaban, afectar la gobernabilidad? -Sí, cuando la vaciás, la autoridad queda lastimada, después en marzo volvés a hacer movimientos con las paritarias, y así seguís hasta que tumbás. Es un claro intento de desestabilización. Lo atribuyo al kirchnerismo y a la izquierda... se cayó el sistema de impunidad. La detención de De Vido es un punto sin retorno, porque ahí todos se dieron cuenta de que la cosa iba en serio. No hay que convalidar ninguna sedición, el país debe aprender a vivir acorde a la Constitución. Es una oportunidad interesante, es algo así como el intento de los carapintadas, el orden constitucional que se mantuvo con firmeza, con no violencia, desarmados prácticamente, son héroes los policías de la ciudad. Sacar a la Gendarmería también fue un acierto.

-Usted cuestionó el accionar de Gendarmería del jueves

-No como accionaron, yo quiero mucho a la Gendarmería, porque es la que más lucha contra el narcotráfico, pero no me parece que sea la que deba garantizar el funcionamiento del Congreso, me parece algo absolutamente desatinado.