Manifestantes atacaron a la policía durante horas
Rompieron veredas y arrojaron cascotes, palos y botellas. Incluso,, bombas molotov. Llegaron a pelear cuerpo a cuerpo. Terminaron protestando en la 9 de Julio. Golpearon a dos periodistas
18 de diciembre de 2017
Tras estar jaqueada durante varias horas bajo una lluvia de piedras y bombas molotov mientras intentaba proteger el Congreso, la Policía de la Ciudad logró pasadas las 16:00 despejar la Plaza del Congreso y realizó varias detenciones, en momentos en que había cesado el enfrentamiento con los manifestantes.
Los ataques de los manifestantes comenzaron en los alrededores del Parlamento a las 13:30 y, tras cuatro horas de incidentes en el lugar, se trasladaron hasta 9 de Julio y Avenida de Mayo, donde la tensión se mantenía pasadas las 19:00.
Según informó la Policía de la Ciudad, hasta el momento había al menos 60 detenidos y varias decenas de heridos, incluidos 48 policías.
El SAME indicó que hubo 109 pacientes atendidos, entre los que se encontraban manifestantes y policías, por "politraumatismos, traumatismos oculares y traumatismos de cráneo, producto de los piedrazos y las balas de goma".
El siguiente es el detalle: 8 fueron trasladados al hospital Ramos Mejía por traumatismos e hipotensión; 14 al Penna por traumatismos y convulsiones; 12 al Santa Lucía por traumatismo de ojos; 20 al Argerich por traumatismos leves y dificultad respiratoria; 8 al Durand por traumatismos; 34 al Churruca por traumatismos; 8 al Rivadavia por lipotimia; y 5 fueron atendidos en el lugar por traumatismos leves y herida en dorso.
El operativo de seguridad inicial montado alrededor del Parlamento fue menor al de la semana pasada y en esa zona actuaron los efectivos de la Policía de la Ciudad -a los que una jueza impidió usar armas de fuego-, a los que luego se sumaron integrantes de Policía Federal, no así la Gendarmería Nacional.
La tensión comenzó cerca de las 13:30, cuando todavía no había empezado la sesión especial en Diputados y un grupo de manifestantes identificados con partidos de izquierda derribó las vallas que se habían colocado sobre la avenida Rivadavia, antes de su intersección con avenida Callao.
De la protesta, en medio del paro nacional de la CGT, participaron militantes de organizaciones sociales, gremiales y políticas, como el MTS, PTS, MAS, Izquierda Socialista, la UOM, Bancarios, Sí y el Partido Obrero, entre otros.
Pasadas las 14:10, el oficialismo obtuvo el quórum necesario para iniciar la sesión especial y la temperatura en la protesta se elevó, cuando un grupo comenzó a arrojar piedras y la policía respondió con balas de pintura.
La tensión fue creciendo minuto a minuto y los piedrazos fueron incesantes, provenientes de la rotura de baldosas, mientras algunos manifestantes se cubrían con maderas y los efectivos formaban un cordón con escudos.
Cerca de las 16:00, luego de que fuera derribado otro vallado, los policías casi desbordados por los manifestantes comenzaron a reprimir con balas de goma, camiones hidrantes y gases lacrimógenos, para intentar desalojar la Plaza del Congreso, que fue totalmente destrozada por la violencia de la manifestación, donde hubo fuertes componentes anarquistas.
Una vez que las manifestantes se retiraron de la plaza, los incidentes se replicaron en la intersección de 9 de Julio y Avenida de Mayo: la Policía actuó con camiones hidrantes, disparó balas de goma y arrojó gases, aunque a raíz de la dispersión de los manifestantes por el microcentro la mayor parte de los enfrentamientos fue "mano a mano".
Además, la Policía disparó balas de goma en los alrededores y efectivos ingresaron a una estación del subte de la Línea A y arrojaron gas lacrimógeno, por lo que el servicio se interrumpió para la evacuación de los pasajeros.
La CGT condenó la violencia
En medio del paro que puso en marcha, la CGT manifestó hoy su repudio a "la violencia de un grupo de provocadores" en la manifestación que se realizó frente al Congreso en rechazo a la reforma previsional.
"La violencia de los grupos radicalizados impiden que los trabajadores organizados, jubilados y ciudadanos, descontentos con el proyecto de ley en tratamiento, pudieran expresar libre y pacíficamente su oposición", lamentó la central obrera.
En un comunicado firmado por los miembros del triunvirato, la CGT agregó que "no participa ni comparte la violencia como forma de protesta y deslinda toda responsabilidad con los hechos de público conocimiento".