A pesar de que los usuarios lo pedían los los gremialistas del subte intentan frenar los cambios de horarios aplicados desde este lunes, con protestas, interrupcones y demoras que afectan a miles de pasajeros. El subterráneo y el Premetro de la Ciudad de Buenos Aires funcionan con demoras por la resistencia de algunos trabajadores a acatar el nuevo horario dispuesto por el gobierno porteño en consenso con la empresa concesionaria, Metrovías.
La protesta se traduce en interrupciones intermitentes. Por ejemplo, la línea A estuvo paralizada durante 15 minutos y la línea B estuvo sin servicio durante casi media hora.
A partir de este lunes, el servicio del subte corrió media hora su horario tradicional. Las formaciones empezaron a correr a las 5:30. Y los últimos coches de cada ramal llegarán a las estaciones cabeceras a las 23:30.
La Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro (AGTSyP) rechazó el nuevo esquema y muchos de sus afiliados no lo acataron, lo que provocó desfases en los horarios de recambio de personal.
El resultado impacta en el servicio, cuyos usuarios se encuentran con frecuencias mucho más largas que las habituales. Las demoras y las interrupciones van variando de línea en línea de acuerdo al horario de los trabajadores en conflicto.