"Las condiciones de seguridad son adecuadas", aseguró la ministra de Defensa, Nilda Garré, a pesar de que organismos internacionales advierten sobre los vuelos en el país
Garré negó que haya riesgo de que se produzca una "inminente catástrofe".
Pero reconoció que "hay desinversión" en el sector, por lo que anució que el Gobierno puso en marcha una serie de medidas para solucionar la "falta de equipamiento".
En medio del debate por la seguridad aérea, iniciado a partir de la crisis de los radares, la ministra aseguró que las condiciones para volar en el país "son adecuadas".
Y agregó: "No estamos ante ninguna inminente catástrofe, como se intenta decir".
De todos modos, Garré reconoció que en el sector "hay desinversión", producto -según señaló- del "proceso de privatización de los aeropuertos". En este sentido, la funcionaria dijo que "no hay que negar la necesidad de equipamiento, pero tampoco hay que hacer una prédica apocalíptica".
Durante una conferencia de prensa brindada en la Casa de Gobierno, la ministra destacó la puesta en marcha de una serie de acciones para revertir la crisis. "Este proceso que está haciendo ahora el actual Gobierno deberían haberlo hecho mucho antes. Hay que destacar que, por primera vez, se está haciendo este esfuerzo", señaló.
De esta manera, la ministra destacó que la "inminente llegada de un radar secundario" otorgado como préstamo por parte del gobierno español. Y anunció que de aquí a fin de año se incorporarán nuevos radares.
"Nosotros teníamos cinco radares. Vamos a pasar a tener 9 radares. El Gobierno ha puesto una decidida voluntad para casi duplicar la cantidad de radares", afirmó. Y agregó: "El año que viene vamos a tener 4 más. De manera que vamos a pasar de 5 a 16. Todos ellos van a ser de una empresa nacional".
La funcionaria también detalló que se encargó el "cambio de todas las consolas de (el aeropuerto internacional de) Ezeiza", que –estimó- "podrían estar funcionando en unos 90 días", ya que se trata de un proceso que requiere "adaptación".