Creía que se moría y despilfarró todo: era una equivocación
A un británico le habían dado 6 meses de vida. Renunció a su trabajo y malgastó toda la plata que tenía. Pero le aclararon el "error". Vivo, pero en la ruina
7 de mayo de 2007
Un británico de 62 años fue diagnosticado con cáncer y decidió vivir sus últimos días a pleno.
Se gastó todo sus ahorros, dejó de trabajar y de pagar sus deudas. Sin embargo, cuando los síntomas comenzaron a desaparecer, el hospital reconoció que se equivocó en el diagnóstico.
Según la información publicada por el diario The Times, cuando a John Brandrick le informaron sobre la fatal enfermedad decidió no seguir trabajando, dejó de pagar la hipoteca y se dedicó a la buena vida con su mujer, gastándose una fortuna en restaurantes y hoteles.
Al año, sus síntomas comenzaron a disminuir y el hospital llegó a la conclusión de que Brandrick no padecía realmente un cáncer terminal sino una simple pancreatitis que tenía cura.
"Me deshice de todo, de mi coche, de mi ropa, sólo me quedé con un traje, una camisa y la corbata en la que deseaba que me enterrasen. No necesitaba más ropa porque sólo me daban seis meses de vida", declaró el hombre a la prensa que había dejado todo preparado para el funeral.
Su mujer ya había comenzado a recibir ayuda psicológica para hacer frente a su nueva vida sin pareja.
Brandrick, que ahora deberá vender su casa, reclama al hospital, perteneciente a la Seguridad Social inglesa, que lo indemnice por el falso diagnóstico.