Advirtió que sectores del narcotráfico pretenden utilizar la desaparición de Maldonado para sacarse de encima a la funcionaria que más los persiguió desde el retorno de la democracia
El narcotráfico se convirtió en un inesperado aliado del kirchnerismo para tratar de complicar al gobierno de Mauricio Macri.
Esa es la lectura realizada por Elisa Carrió, quien denunció una "operación de sectores del narcotráfico que quieren la cabeza de la ministra" de Seguridad, Patricia Bullrich, tras las críticas de la oposición hacia la funcionaria por su rol en la desaparición de Santiago Maldonado. "Hay una operación de sectores del narcotráfico que quieren la cabeza de la ministra y están buscando cualquier excusa para pedir su salida", dijo Carrió, quien sostiene que este Gobierno fue el que más persiguió a los narcos.
La administración de Cristina Fernández siempre minimizó el avance narco en la Argentina, demoró los sistemas de radarizacion, se opuso a la política de bajar avionetas no identificadas y el ex ministro Aníbal Fernández buscó defender a toda costa que la Argentina sólo era un país de tránsito para las drogas, dejando que la mafia narco termine instalándose en el país.
Carrió aclaró que si bien "pudo haber habido errores en el accionar" sobre la investigación del caso Maldonado, defiende "el trabajo de la ministra en general. Hay razones espurias para voltearla. Ella no transa. Y hay sectores del narcotráfico que quieren voltearla y que tienen una jugada combinada con el kirchnerismo para eso".
Incluso, denunció "una operación vinculada con la salida de (el exsubsecretario de Inteligencia Criminal Juan Patricio) Furlong", a quien acusó de ser "socio de (Eugenio) Burzaco", el número dos del área de Seguridad.
Carrió destacó que "se están perdiendo muchos cargamentos de droga" y reiteró que la jefa de la cartera de Seguridad "no transa con los narcos".