En el gobierno respiran aliviados porque uno de los detenidos por la causa que investiga el caso de corrupción en torno a Skanska, Adrián Félix López -quien había vinculado a funcionarios en ese episodio- señaló que en realidad no tiene "pruebas" para sostener sus imputaciones, y que las mismas fueron producto de una "deducción".

"No pienso ni sindico que el Gobierno estuviera al tanto de esta operatoria, tampoco el ministro de Planificación (Julio De Vido). Sólo hice una deducción en mi indagatoria con el juez López Biscayart", expresó López, quien se desempeñaba como titular de Infiniti Group, empresa "fantasma" dedicada a la confección de
facturas apócrifas, que intervino en el resonante caso de la constructora sueca.

En declaraciones publicadas por el diario La Nación, López relató que la persona que le acercó la operación fue un contador llamado Alfredo Greco, a quien asegura haberle dado 600 mil pesos que había cobrado en Skanska a cambio de trabajos que Infiniti nunca hizo.

"(Greco) Me dijo que lo disculpara por la presión que me imponía, pero que gente de mucho poder lo estaban apretando muchísimo", relató López desde una celda del Centro de Contraventores de la ciudad de Buenos Aires, a través de una nota escrita.

En el marco de la operación aclaró que no conoció ni se contactó "con otra persona que no fuera Greco".

"Nunca le pregunté qué hacía con el dinero que yo le entregaba. Puedo suponer que debería llevarlos a Skanska. Sólo son suposiciones", aclaró al respecto.

Además, López negó que ser el jefe de una asociación ilícita y aseguró que sólo es responsable "de la facturación de Skanska".

"Sólo cometí una infracción que en el peor de los casos es una evasión impositiva simple", consideró.

López permanece detenido desde hace 14 meses y espera que la Cámara de Casación apruebe un pedido de excarcelación que presentó su abogado, Ignacio Tedesco.