En una decisión que involucró a la cúpula directiva del club y al plantel profesional, Vélez resolvió contener a Gastón Sessa, a quien no se le rescindirá el contrato, pero sí se le impuso un descanso hasta junio próximo, por lo que no jugará más en lo que resta del torneo Clausura y la Copa Toyota Libertadores.

El club de Liniers respaldó al arquero tras la agresión a Rodrigo Palacio y lo ayudará con un tratamiento psicológico, que comenzará la semana próxima.

La determinación de no soltarle la mano a Sessa fue tomada tras la reunión que mantuvo ayer el jugador en la Villa Olímpica de Ituzaingó con Raúl Gámez y Roberto Jiménez, presidente en ejercicio ante la licencia de Alvaro Balestrini.

Los dirigentes confían en la recuperación del guardavalla y esperan que regrese al arco del equipo en junio próximo, siempre y cuando supere con éxito el tratamiento psicológico.

"Sessa nos pidió ayuda. No jugará en lo que queda del torneo local y lo vamos ayudar para que tenga la asistencia profesional que corresponde. Queremos que juegue porque no quedó en una muy buena situación con la gente de Vélez, ya que lo responsabilizan del resultado final del partido con Boca", dijo el viernes Gámez, en radio La Red.

La dirigencia tomó con agrado que el jugador haya reconocido sus reiterados errores y observó sus ansias de revertir la situación y su permeabilidad para recibir ayuda médica.

Además, cayó muy bien saber que a la mañana le había pedido disculpas al plantel y a Rodrigo Palacio, a quien llamó por teléfono gracias a la intervención de su amigo Martín Palermo.

"Hay gente que lo adora y otros que están enfrentados. Por supuesto que no perdimos el partido con Boca sólo por su salida. Es un buen ser humano, además de un gran arquero", señaló Gámez.