Lo solicitó en la nota que presentó ante la UIF, en la que ofrecía datos sobre casos de corrupción. Cuando su hijo la filtró, esa parte estaba tapada
La muerte de Aldo Ducler y la posterior revelación de que había ofrecido aportar datos sobre hechos de corrupción cometidos por el kirchnerismo generó revuelo en el mundo político.
Conocido como uno de los financistas fuertemente vinculados a la política, la posibilidad de que filtre información sensible despertó suspicacias e interrogantes respecto a sus intenciones. El viernes, el hijo de Ducler, Juan Manuel, difundió a través de Infobae la nota que presentó su padre ante la Unidad de Información Financiera (UIF) firmada solamente con sus iniciales.
Pero una parte la misiva estaba tapada, justo donde especificaba las solicitudes que hacía.
Según la información que comenzó a circular de fuentes gubernamentales, allí el dueño de la financiera Mercado Abierto expresaba su pretensión de cobrar un porcentaje del dinero que el Estado argentino recuperase, eventualmente, por las denuncias de corrupción que aseguraba poder revelar. Y enseguida surgió el interrogante: ¿por qué el hijo decidió taparlo?
En la nota, Ducler asegura que su objetivo era adherirse al régimen del informante para colaborar con la Justicia argentina para hacer caer una demanda contra el país e YPF SA, en un tribunal estadounidense. Allí hace mención a la existencia de una asociación ilícita liderada por Néstor y Cristina Kirchner, y formada también por Alberto Fernández, Carlos Bettini, Carlos Zannini, Julio De Vido, Axel Kicillof, Carlos Slim, la familia Eskenazi, autoridades de Repsol y también del banco Credit Suisse.
Describió, además, que ese grupo malversó los fondos que Santa Cruz recibió en 1993 como parte de regalías petroleras mal liquidadas, y que los utilizó para sanear el Banco de Santa Cruz, para solventar la campaña presidencial de Néstor en 2003 y para comprar, por parte de la familia Eskenazi (también propietaria del Banco de Santa Cruz), el 25% de YPF que estaba en manos de la española Repsol.
Ducler falleció el jueves, luego de descomponerse en pleno microcentro porteño. Al principio se especuló con que había sufrido un robo, pero cuando lo encontraron tenía en su poder las pertenencias de valor.
La familia sospecha de la muerte y la vincula directamente con la presentación que hizo el martes ante la UIF. “Estábamos con amenazas tanto mi padre como yo, pero nunca pensé que iba a pasar lo que pasó”, contó el hijo ante los medios. El viernes por la noche se informó que su familia ingresó en el programa de protección de testigos.
En la presentación ante la UIF, Ducler enumeraba nueve datos que podía aportar en caso de ser convocado, incluyendo números de cuentas “donde estaban depositados los fondos de Santa Cruz” en Estados Unidos, Luxemburgo y Suiza; nombres de operadores políticos, funcionarios, empresarios y representantes que participaron de las operatorias; y documentación respaldatoria.
Además, pedía reserva de su identidad y protección para la familia. En el organismo antilavado llamó la atención la nota por diversos motivos. Por un lado, porque no pueden avanzar con información proveniente de anónimos. Y por el otro, porque la UIF no tiene la autoridad ni la competencia para ofrecer acuerdos con informantes ni para otorgar personal de custodia para los denunciantes.
Esperan el resultado de la autopsia La investigación judicial por el fallecimiento del financista quedó a cargo del Juzgado de Instrucción 24° de Osvaldo Rappa. Fue caratulada como una “muerte por causas dudosas de criminalidad” tras ser tramitada por la fiscalía que tiene competencia sobre los fallecimientos ocurridos en el Hospital Argerich, la fiscalía de La Boca.
El expediente fue iniciado por la fiscal Susana Calleja y remitido luego a la fiscalía de Adrián Pérez, quien recibió el expediente el viernes a última hora, confirmaron fuentes judiciales.
Según contó el titular del SAME, Alberto Crescenti, el informe preliminar apuntó a una muerte “por un paro cardiorrespiratorio”. En diálogo con Radio Belgrano, el jefe de los socorristas indicó que los médicos del servicio de emergencia realizaron maniobras de “reanimación avanzada” en la esquina de Corrientes y San Martín, donde se desmayó. Luego fue trasladado al Argerich, donde se pronunciaba su muerte cerca de las 15:50. Después fue trasladado a la Morgue Judicial ubicada en la calle Viamonte. El velatorio se hizo en Casa O’Higgins, en el barrio de Núñez, pero el entierro se demorará hasta que se le hagan los estudios necesarios.
“Se hará la autopsia correspondiente porque es una muerte en tránsito”, dijo Crescenti, quien insistió: “Lo que se deja asentado en el registro de primeros auxilios es un paro cardiorrespiratorio”.