En el 2006 hubo menos fondos de compañías del exterior. Y la mayor parte de la inversión provino de multinacionales que ya operan en la región, indicó un informe de la CEPAL
La inversión extranjera directa (IED) en la Argentina cayó 4 por ciento en el 2006 respecto del 2005, cuando el país captó 4.809 millones de dólares y quedó
quinto en la región.
Así lo consigna un informe distribuido hoy por la Comisión Económica para América latina y el Caribe, el organismo que preside el ex ministro de Economía argentino José Luis Machinea, en Santiago de Chile.
En el 2005, la Argentina había captado inversiones extranjeras por unos 5.000 millones de dólares.
México, Brasil, Chile y Colombia fueron los cuatro países que atrajeron en 2006 los mayores flujos de inversión en América Latina y el Caribe, y luego se ubicó la Argentina.
Gran parte de la IED provino no de nuevos flujos, sino de la reinversión de utilidades de las multinacionales que ya están instaladas en el país.
En el 2006 esa variable alcanzó los 2.238 millones de dólares, un 241,7 por ciento más que en 2005.
Latinoamérica atrajo el año anterior 72.440 millones de dólares, lo que implicó un leve incremento del 1,5 por ciento con relación al año anterior.
De ese total, 18.940 millones de dólares correspondieron a México, 18.780 millones a Brasil y 8.050 millones a Chile.
La Cepal consideró que estas cifras indican que "la región presenta una situación estable en materia de entrada de inversiones, luego de haber sufrido una caída significativa a comienzos de la presente década".
"Esta situación es, en gran parte, el reflejo de un buen desempeño macroeconómico y de los altos precios de los productos básicos, factores que estimularon el ingreso de IED", destaca el comunicado de la Cepal.
Ese organismo advirtió sobre la dificultad para competir eficientemente por cierta clase de inversiones, "lo que representa un importante desafío para las autoridades latinoamericanas".
La Argentina y Venezuela fueron de los pocos países que registraron un éxodo de inversión extranjera directa, lo que igualmente no debe alarmar a la región, sostuvo Machinea.
"La salida de capitales extranjeros en Venezuela forma parte de una estrategia de nacionalización y no ha tenido impacto en una región con reglas para invertir. No me parece que haya generado una incertidumbre. No cambia el cuadro de América Latina", dijo Machinea.