Había sido condenado en ese país por llevar una tonelada de cocaína por 32 millones de euros en un vuelo privado junto a su hermano
Era un caso que había quedado en el olvido, pero que en su momento causó un revuelo de alto impacto.
Eduardo Juliá, detenido junto a su hermano Gustavo en enero de 2011 por transportar a España casi una tonelada de cocaína en un vuelo privado, llegó extraditado esta madrugada a Ezeiza en medio de un fuerte operativo de seguridad. Fuentes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria informaron que el detenido, que bajó esposado del avión alrededor de las 4.30 en el aeropuerto internacional de Ezeiza, fue entregado a la guardia de la PSA y, tras ser revisado por médicos legistas, lo retiró la Policía Federal.
Llegó a la Argentina, donde debe cumplir seis años más de condena, tras un acuerdo con las autoridades españolas por el cual se le otorgó el beneficio de la expulsión a causa de su buena conducta. Según su abogado, Carlos Broitman, está "en condiciones de pedir las salidas transitorias" y "en la Argentina no tiene ninguna causa".
El detenido es hijo del brigadier José Juliá, jefe de la Fuerza Aérea durante el gobierno menemista, y hermano de Gustavo, con quien el 7 de enero de 2013 fue condenado por la Justicia española a 13 años de prisión.
El 1 de enero de 2011 volaron a España desde Ezeiza en un avión médico Jet Bombardier Challenger 604 junto a Matías Miret, luego de ser acondicionado en la ex base aérea de Morón donde se presume se cargó la droga.
El vuelo secreto arribó al día siguiente en el aeropuerto de El Prat, en Barcelona, tras realizar una escala técnica en el archipiélago de Cabo Verde. Al llegar a España, el avión fue inspeccionado por la Guardia Civil, que encontró 34 paquetes con casi una tonelada de cocaína, en una pureza del 83 por ciento y un valor aproximado en España de 32 millones de euros.
El copiloto Miret, luego de estar detenido 21 meses, fue liberado ya que no se pudo probar que supiera que había droga en la aeronave. Los hermanos Juliá fueron alojados en la cárcel modelo de L'Eixample, en Barcelona; en abril de 2012 Gustavo fue derivado al Centro Penitenciario Brians N° 1, y su hermano al N° 2, en las afueras de Barcelona.
En Argentina el caso es llevado adelante por el juez en lo Penal y Económico Alejandro Catania.