En medio de un nuevo capítulo en la tensa relación entre el Gobierno y la Iglesia, el obispo misionero Joaquín Piña se reunió con el presidente Néstor Kirchner en Casa Rosada.

El encuentro finalizó con señales de distensión: el religioso, tras la charla, afirmó que el jefe de Estado se mostró "abierto" al diálogo con el titular del Episcopado, cardenal Jorge Bergoglio.

Piña, quien el año pasado derrotó al kirchnerista gobernador Carlos Rovira en las constituyentes de Misiones, dialogó durante casi una hora con el mandatario en Gobierno.

"Las diferencias pueden tratarse a partir del diálogo", expresó el arzobispo emérito de Puerto Iguazú sobre la tirante relación entre Gobierno e Iglesia.

La semana pasada -en una fuerte homilía- Bergoglio afirmó que la Iglesia "fue, es y será perseguida", aunque evitó mencionar al Gobierno. Casi en simultáneo, el presidente Néstor Kirchner acusó al clero de "no poner a veces la otra mejilla como yo estoy dispuesto a hacerlo".

El encuentro entre Kirchner y Piña también giró sobre la situación política en Misiones.

Al respecto -y tal como lo había adelantado- el religioso le pidió al jefe de Estado que "no se involucre" en la campaña electoral de la provincia. "Parece que estuvo de acuerdo", expresó en declaraciones a la agencia DyN.

El obispo emérito de Puerto Iguazú desembarcó la semana pasada en Buenos Aires, a bordo del Tren Mesopotámico y acompañado por trabajadores afectados por la situación de la represa Yacyretá, empleados ferroviarios y docentes de la provincia.

"Hablamos de cómo está la provincia y coincidimos con el Presidente en que la sociedad quiere otro estilo de hacer política, y estuvimos de acuerdo en que hay mucha gente capaz y honesta.