El presidente dijo que irá al gigante asiático para transmitir el mensaje de que la Argentina está interesada en trabajar con los países ricos del G20, ante la necesidad de fondos para obras
El presidente Mauricio Macri emprende una gira que lo llevará primero a Catar y luego a China, donde participará de la cumbre del G20 el 4 y 5 de septiembre en Hangzhou, con la mira puesta en conseguir inversiones.
Horas antes de despegar en un vuelo privado hacia Catar, Macri dijo que irá a China con el mensaje de que Argentina está interesada en trabajar con los países ricos del G20.
"Hay una sociedad que está madurando, los argentinos estamos creciendo. Eso es lo que espero transmitir cuando parta para China, ahí les voy a decir que entendimos, aprendimos", señaló el presidente en alusión al giro en la política comercial y en la diplomacia desde que asumió el 10 de diciembre, tras 12 años de políticas de protección al mercado interno.
Macri insistió en que viaja a la cumbre del G20 "a decirles que queremos trabajar junto a ellos y que abrimos nuestros brazos para que ellos vengan a trabajar con nosotros en este maravilloso país", sostuvo.
Argentina está necesitada de inversiones para reactivar una economía en recesión y con fuerte déficit fiscal, con caída del consumo y del empleo.
- Primer paso, Catar -
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No es poco el interés que despierta en el gobierno la primera escala en Catar, donde Macri se entrevistará con el emir Tamim bin Hamad, con quien en un primer encuentro el 28 de julio en Buenos Aires había acordado dinamizar la relación bilateral.
En aquella ocasión, en la que Macri obsequió al visitante la casaca albiceleste número 10, la del astro Lionel Messi, con el nombre Tamim en la espalda, se contempló la llegada en los próximos meses a Argentina de delegaciones técnicas y empresariales cataríes para avanzar en la firma de acuerdos de inversiones y cooperación impositiva.
"Esta vez es una reunión de jefes de Estado, no hay una comitiva de empresas y seguramente se debe a la muy buena visita anterior", en Buenos Aires, dijo a la AFP Daniel Melhem, presidente del Consejo de Líderes del Golfo y América Latina.
Al frente de la fundación Argentina Day que pretende impulsar un relanzamiento del país sudamericano, el empresario celebra que Macri haya "cambiado la cara de Argentina ante el mundo en apenas ocho meses" de gobierno.
"En Catar hay un gran interés para invertir en Argentina en particular en los sectores de hidrocarburos, agrícolo-ganadero e inmobiliario", dijo pese a "algunos problemas a resolver como la inflación y el costo impositivo", afirmó.
Argentina registró una alta inflación de 28,7% en el primer semestre, que supera 40% en un año, muy por encima del 25% pautado por el gobierno para todo 2016.
Más allá de las reuniones del G20, en uno de cuyos paneles hablará Macri, el gobierno argentino pone especial énfasis en las reuniones que mantendrá el presidente al margen de la cumbre.
En la abultada agenda, tiene previsto reuniones bilaterales con los jefes de Estado Xi Jinping, de China, y Vladimir Putin de Rusia; con los primeros ministros de India, Narendra Moodi, de Corea del Sur, Hwang Kyo-Ahan y de Australia, Malcolm Turnbull y con la canciller alemana Angela Merkel.
Pero empresarios argentinos expresaron su preocupación por la apertura a los productos chinos en una carta a la canciller Susana Malcorra. El gobierno se comprometió a "bajo ningún aspecto sacrificar la producción e industria argentina", dijo el ministro de Producción, Francisco Cabrera.
"La realidad de funcionamiento de la economía china muestra que la producción de bienes se realiza en condiciones que no pueden considerarse como de economía de mercado", advirtió la poderosa Unión Industrial Argentina.
La UIA afirmó que los bienes chinos "son exportados a precios irrisoriamente bajos y en condiciones de competencia desleal" lo que "impactará en forma inmediata, desde ya negativa sobre el entramado productivo de la industria nacional y sobre los puestos de trabajo que lo sostienen".
Según la UIA, China aumentó de 5,2%, en 2003, a 19,7%, en 2015, su participación en el total de las importaciones argentinas. Un 75% de lo que le vende Argentina son porotos y aceite de soja pero todo lo que le compra son manufacturas, indicaron.