La Comisión Europea dictaminó que la compañía deberá pagar cerca de 13.000 millones de euros al fisco irlandés tras beneficiarse con ese acuerdo informal
La Comisión Europea ordenó ayer al gobierno irlandés que recupere 13.000 millones de euros más intereses en impuestos impagados por la multinacional tecnológica estadounidense Apple.
El monto equivale al 7% del PBI irlandés, al 8% de toda su deuda o al doble de los beneficios de Apple en el último trimestre.
Bruselas obliga ahora a Dublín a cobrar de Apple todos los impuestos atrasados desde 2003, además de los intereses por demora, y anima a otros países a investigar cuánto dejó de pagarles la multinacional estadounidense. establecía que sólo pagara un 1% de los beneficios generados en todo el continente.
Esto significa un gran golpe contra los "taxrulings", los acuerdos fiscales que algunos gobiernos europeos firmaron con multinacionales y que permitieron a éstas obtener ingentes beneficios sin apenas pagar impuestos.
Bruselas considera que Apple cometió una ilegalidad al facturar todos los beneficios recogidos en la Unión Europea en Irlanda para pagar menos impuestos. La entidad dirigida por Tim Cook tendrá que pagar casi un tercio de las ventas que lograron durante el último trimestre. Apple e Irlanda ya planean recurrir la sentencia al considerarla un grave error.
¿Cómo funcionan los taxrulings?Un “taxruling” es un acuerdo informal por el que un gobierno permite a una multinacional pagar un impuesto de sociedades muy por debajo de la tasa oficial (12,5% en el caso irlandés, entre 25% y 30% en la mayoría de los países europeos). La empresa usa a Irlanda como base para sus actividades en Europa y considera a sus negocios en el resto del continente como filiales.
Esas filiales pagan royalties a su “matriz” europea a cambio de poder vender sus productos. Los royalties se fijan tan altos que las filiales tienen beneficios muy pequeños o directamente pérdidas, por lo que no pagan impuesto de sociedades.
Las normas europeas consideran que estos acuerdos son ayudas de Estado ilegales porque dan trato preferente a ciertas empresas multinacionales. La comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, explicó ayer en conferencia de prensa que, a pesar de que el impuesto de sociedades en Irlanda es de sólo 12,5% (el más bajo de los 28 países de la UE), el "taxruling" acordado entre Dublín y Apple permitió a la empresa pagar aún menos: un 1% de todos sus beneficios europeos, africanos, de Oriente Medio y de India.
Vestager, cuya oficina lleva investigando oficialmente a Apple desde junio de 2014, explicó que el acuerdo fiscal entre Dublín y Apple permitió “reducir artificialmente la factura fiscal de Apple”: “Queremos enviar un mensaje claro, los Estados no pueden dar ventajas fiscales a las empresas, da igual que sean grandes o pequeñas, extranjeras o europeas”.
La tasa que pagaba Apple fue bajando hasta que en 2014 Apple sólo pagó un 0,005% de impuestos. Por cada millón de euros de beneficios, la tecnológica apenas pagaba 50 euros de impuestos mientras conseguía no pagar ni un euro en decenas de países en los que hacía multimillonarios beneficios. "Si mis impuestos sobre beneficios cayeran hasta el 0,005%, creo que hubiera pensado que algo iba mal", dijo Vestager.
El golpe del brazo ejecutivo de la UE es de gran calibre. Apple es la mayor empresa del planeta y el conflicto legal que plantea la Comisión Europea, además de inédito, va contra los intereses de Washington, que maniobró durante meses para evitar esta decisión. Desde Estados Unidos se ha llegado a decir que Europa está celosa por el éxito de las tecnológicas estadounidenses.
El gobierno irlandés ya anunció que recurrirá la decisión -es decir, que gastará millones de euros en abogados para no tener que cobrar 13.000 millones de euros a la empresa más rica del planeta-. El ministro de Finanzas irlandés, Michael Noonan, dijo que estaba “en profundo desacuerdo con la Comisión. La decisión no nos deja otra opción que recurrir para defender la integridad de nuestro sistema fiscal”.
En un comunicado, Apple anunció que también recurrirá y dijo que "la decisión de la UE tendrá un profundo y nocivo efecto sobre las inversiones y los puestos de trabajo en Europa". La empresa tiene 6.000 empleos directos en su fábrica irlandesa de Cork. Las próximas multinacionales estadounidenses en el punto de mira de Bruselas por sus chanchullos fiscales son Amazon y McDonald’s.
Apple genera fuera de Estados Unidos casi la mitad de sus beneficios pero en la última década pagó más del 95% de sus impuestos en Washington. La Unión Europea, con esta decisión, pelea con Estados Unidos para fijar los estándares –fiscales, regulatorios, de privacidad- que marcarán el futuro de las multinacionales operando en los dos bloques, tanto si sale adelante el cada día más improbable acuerdo de libre comercio como si el marco regulatorio sigue como hasta ahora.
El Tesoro estadounidense había dicho que Bruselas se extralimita investigando a Apple. Ayer advirtió que la decisión europea pone en peligro las inversiones y la creación de empleo en Europa, el mismo argumento de la empresa.
Bruselas asegura que ataca cualquier acuerdo fiscal ilegal, también en el caso de empresas europeas. La mayor decisión sobre ayudas de estado ilegales pronunciada hasta ahora fue la obligación a Francia de recuperar 1.400 millones de euros debidos por la energética EDF.