Un exnarco iba a declarar contra policías cuando fue secuestrado en pleno día por hombres vestidos con uniforme y apareció a las pocas horas acribillado en un descampado
Jorge Rodolfo Gómez, quien tenía una condena ya cumplida por comercialización de estupefacientes y un histórico enfrentamiento con la Policía bonaerense, fue secuestrado por cuatro hombres que se identificaron como policías –e iban vestidos como tales– en la puerta de su casa del barrio Pompeya, en Merlo, cuando volvía de dejar a su hija menor en el colegio.
A las pocas horas, apareció tirado al costado de un campo en la localidad de Mariano Acosta: le habían atado las manos y pegado entre 8 y 9 balazos. Una vaina calibre 9 milímetros fue encontrada tirada al lado de su pie izquierdo. Como Gómez tenía una condena por narcotráfico y otras dos causas en trámite), la conclusión más rápida sobre el móvil del crimen pareció ser a primera hora que se estaba frente a un típico “ajuste de cuentas”.
Pero el el fiscal de Morón Mario Ferrario trabajaba en una hipótesis de alto impacto que implica a un grupo de policías que en 2012 terminaron presos por secuestrar a un hijo de Gómez y estarían a punto de ser juzgados en los Tribunales de Mercedes, consignó Clarín.
“A mi viejo lo mató la Policía. Ahora queremos justicia”, dijo Axel, uno de los cinco hijos de Gómez.
Julián, un sobrino de la víctima, agregó: “Esto fue una venganza porque mi tío los denunció. Vinieron con el uniforme, con una supuesta orden de allanamiento, lo esposaron y lo mataron”.
El abogado Carlos Cisneros, quien representaba a Gómez en dos causas por comercialización de drogas, también le aportó a Clarín un detalle importante: “Jorge me contó lo de la causa en la que varios policías habían ido presos por secuestrar al hijo. Y en una conversación que tuvimos hace unos dos meses me dijo que los policías presos le habían mandado emisarios reclamándole que no los reconociera en el juicio oral”, contó Cisneros.