Conducido en forma brillante por Neymar, el equipo local aplastó a Honduras por 6 a 0 y jugará su segunda final consecutiva en los JJOO
Brasil comenzó a acariciar la medalla de oro de los Juegos Olímpicos de Rio-2016 al golear 6-0 a Honduras, este miércoles en las semifinales del torneo de fútbol masculino en el mítico Maracaná, su segunda final consecutiva y en la que podría verse con Alemania o Nigeria.
Neymar, a los 15 segundos y 90 -penal- minutos, Gabriel Jesús (26 y 35), Marquinhos (51) y Luan (79) marcaron los goles de la seleçao, triple medallista de plata en Londres-2012, Seúl-1988 y Los Ángeles-1984.
"El 1-0 nos ayudó mucho porque pensábamos que iba a ser un partido difícil, ese gol nos dio tranquilidad para el resto del juego, fue espectacular y llegamos a la recta final muy fuertes", dijo el técnico de Brasil, Rogério Micale, en rueda de prensa.
Brasil pretende saldar la humillante deuda del Mundial-2014 con la obtención del único título que le falta en su rico palmarés, una especie de bálsamo para aliviar la herida que le dejó el 7-1 ante la Mannschaft y ha sido el causante de sus recientes fracasos.
"Cada partido tiene su historia y ahora queremos hacer otra historia en la final (...) Estamos jugando bien y es un motivo que nos lleva hacia la esperanza de poder conquistar ese gran sueño", aseguró.
La verdeamarela luchará el sábado en el Maracaná por la medalla de oro contra el vencedor del duelo Nigeria-Alemania, previsto este miércoles en Sao Paulo a partir de las 19H00 GMT.
Jorge Luis Pinto, su colega colombiano al frente de Honduras, se declaró "avergonzado" por la "desastrosa presentación" de la Bicolor y prometió luchar "con altura" por la medalla de bronce, el próximo sábado en el estadio Mineirao, en Belo Horizonte.
"Cualquier esquema se descompone con un gol a los 15 segundos por un error nuestro. Fueron errores individuales mayúsculos frente a una gran selección", sostuvo.
- Vendaval de goles -
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Mejor no pudo ser el inicio del partido para Brasil. Un regalo de Johnny Palacios apenas se movió la pelota le sacó a la verdeamarela olímpica toda la presión que soportaba por el deseo de conquistar la inédita presea dorada y los desastres de la mayor en las Copas América Chile-2015 y Centenario-2016.
El capitán auriverde aprovechó un regalo del central Johnny Palacios, a los 15 segundos de juego, cuando interceptó una pelota que el central pensaba rechazar largo, quedando cara a cara con el golero Luis López para marcar el 1-0.
Explosión de emoción en el Maracaná y récord para el menino como el gol más rápido en la historia del fútbol olímpico, superando los 30 segundos del hondureño Alberth Elis, en Rio-2016 ante Portugal, y del mexicano Oribe Peralta, en la final de Londres-2012.
El 1-0 destrozó los planes del combinado catracho, que se vio obligado a adelantar sus líneas en procura del empate, pero se encontró a un Brasil iluminado, guiado con el talento de su astro y a Gabriel Jesús renovando su idilio con el gol.
La nueva joya del City de Guardiola perforó la red bicolor a los 26 y 35 minutos, habilitaciones perfectas de Luan y Neymar, aprovechando su velocidad y la débil marca de Marcelo Pereira para ganarle los duelos y batir a López con remates abajo en diagonal.
- "¡Campeão... campeão!" -
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Con el partido en el bolsillo, el desarrollo de la segunda mitad fue una fiel copia de la inicial, con Brasil dueño absoluto de la pelota y las situaciones de gol, mientras que Honduras sufría en defensa y no encontraba cómo superar el mal momento.
Pero Brasil quería más y lo castigó a los 51 con un tanto de Marquinhos, que recibió libre de marca en el área pequeña a la salida de un tiro de esquina para apenas empujarla.
Si el partido ya estaba liquidado para la H con su pésimo primer tiempo, el 4-0 terminó de enterrarla y desató el ensordecedor grito de la torcida "¡campeão... campeão... campeão!".
El Maracaná era un carnaval y quería más. Luan lo complació a los 79 culminando una linda maniobra colectiva y luego Neymar con una penal sobre Luan a los 90.
Brasil quedó a 90 minutos de su primer oro olímpico, ovacionado en el Maracaná después de su decepcionante arranque en los Juegos y convencido de que el jogo bonito es el camino de regreso al éxito internacional.