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3 de diciembre de 2024
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Ex jefe de la Aduana tenía medio millón de dólares en su casa
La Justicia allanó la vivienda de Eduardo Bernardi, cercano a Ricardo Echegaray. Encontraron dinero y documentación de firmas sospechadas de contrabando
4 de agosto de 2016
A través de los documentos filtrados desde la organización de Negro y Tata Paolantonio, los hermanos que se dedicaban a traer mercadería prohibida desde China, el juez en lo Penal Económico Marcelo Aguinsky descubrió que Eduardo Alfredo Bernardi, ex jefe de la Aduana de Buenos Aires durante la extensa gestión de Ricardo Echegaray al frente de la AFIP, era partícipe de esas maniobras.

Los hermanos lo llamaban "Pekerman" y figuraba en todos los documentos, pero la confirmación surgió cuando descubrieron que el número celular que correspondía a este personaje era del contador y ex jefe de la Aduana de Buenos Aires, Eduardo Alfredo Bernardi.

A causa de este descubrimiento, en las últimas horas la justicia ordenó allanar al domicilio de Bernardi y de otros funcionarios de ese organismo que pudieran estar implicados.

En el domicilio Gendarmería descubrió que en un armario se encontraba una bolsa plástica con casi medio millón de dólares. Además, sobre el escritorio de Bernardi también se hallaron documentos y permisos de embarques vinculados a varias de las empresas investigadas.

Esta revelación sobre la identidad de “Pekerman” podría resultar un dato clave para la investigación judicial sobre las actividades de una serie de sociedades que en los últimos años, y en coincidencia con el cerrojo a las importaciones establecido desde la AFIP de Echegaray, ingresaron al país varios miles de contenedores cargados con telas, electrónicos, repuestos y chucherías de origen chino, que luego inundaban las calles de Buenos Aires.

Aguinsky y la fiscal Gabriela Ruiz Morales dictaron una inhibición de bienes y la prohibición de salir del país para un centenar de personas físicas y jurídicas posiblemente implicadas, incluyendo a los hermanos Paolantonio.

Ahora, como resultado de los allanamientos se definirá la posible complicidad de funcionarios de la Aduana en este tipo de ilícitos.

Bernardi, de 55 años, ingresó a trabajar en la Aduana muy joven, en 1979, y el 23 de agosto de 2011 recibió una medalla por sus primeros 30 años de servicios. Para ese entonces ya era Director de la Aduana Buenos Aires, es decir el máximo responsable de controlar los puertos y depósitos fiscales de todo el área metropolitana, incluyendo el estratégico aeropuerto internacional de Ezeiza. Fue Echegaray quien le asignó ese cargo en 2006. Según varios testimonios, era uno de los hombres de máxima confianza del poderosos funcionario K, quien tomó el control de la Aduana en 2004 y lo retuvo hasta fines del gobierno de Cristina.

Cultor de un muy bajo perfil, Bernardi recién perdió su importante cuota de poder en mayo pasado, por decisión del nuevo titular de la Aduana Juan José Gómez Centurión. Mucho tiempo antes, a fines de los noventa, también había sido degradado en medio de un escándalo. Enrique Piana, el empresario que dirigió las maniobras de la Mafia del Oro, lo mencionó con nombre y apellido al reconocer que había pagado 50 mil dólares mensuales de coima a miembros de la Policía Aduanera para que le permitieron sacar las exportaciones truchas de oro y luego cobrar los reembolsos. En 2002, sin embargo, el contador pudo retomar su carrera en las áreas de control aduanero.

En planillas de Excel que muestran la contabilidad casera de algunas operaciones concretadas en 2014 por los hermanos Paolantonio, el extraño “Pekerman” estaba incluido en una columna a la que se le asignaban gastos de 1.500 dólares por cada contenedor sacado del puerto de Buenos Aires. En otras columnas aparecían montos más pequeños de dinero presuntamente destinados a sobornar a empleados de Valoración, Prohibición y otras áreas específicas de la Aduana.

Además de la bolsa con casi medio millón de dólares, en el domicilio del ex jefe de la Aduana de Buenos Aires se secuestró una serie de documentos, incluidos permisos de embarque, vinculados con empresas que aparecen mencionadas en la causa que lleva adelante Aguinsky, como las marplatenses Indu Toys SA y Stock Toys, o las pertenecientes a ciudadanos chinos como Kim Yi Yung y Oh Jon. Sobre el escritorio del funcionario ligado a Echegaray también había papeles que hacían referencia a Las Cortaderas, una de las sociedades importadoras utilizadas por Negro y Tata Paolantonio.