Los Oscars 2016 arrancaron a puro talento de la mano de un talentoso Chris Rock que estaba más encendido que nunca y capitalizó al máximo la polémica por la ausencia total de nominados de raza negra.
"Conté como a 15 personas negras en ese montaje", ironizó en el comienzo de la ceremonia el humorista anfitrión de la 88ª edición de los premios Oscar en Los Ángeles, Estados Unidos, después de ver el compacto que armó la Academia sobre las películas nominadas o de en esta oportunidad.

Claro, el comentario tiene que ver con la ausencia de actores negros en la grilla de aspirantes a quedarse con un galardón.

El presentador siguió su rutina, cavando un poco más hondo en la cuestión. "Los podríamos llamar los 'Premios de la gente blanca'. A mí me dijeron que debía boicotear el show. Pero dije: 'No lo van a cancelar porque yo renuncie. Lo último que necesito es perder otro empleo para que se lo den a Kevin Heart'", comentó sobre el escenario del Teatro Dolby ante las carcajadas de las estrellas.
Luego, le apuntó a los que se ausentaron a raíz de las nominaciones. "Spike (Lee) se enojó. Will (Smith) se enojó. Jada (Pinkett-Smith) se enojó. Pero si Jada boicoteara al Oscar, es como que yo le haga un boicot a la ropa interior de Rihanna", soltó, siempre en un tono jocoso.

Pero en un lapso de su discurso se puso más serio, y apeló a la historia para reflejar la situación. "En el '62 y '63 tampoco había nominados negros, pero no había protestas porque teníamos cosas serias para protestar. Teníamos que preocuparnos porque no fueran a matarnos o a violarnos", señaló ante el aplauso generalizado del teatro.
Y cerró con otra ironía: "Los actores negros queremos las mismas oportunidades que los blancos. A ellos les dan los mejores papeles. Vean a Jamie Fox. Él ganó. Fue tan bueno en "Ray" que fueron al hospital a desenchufar al verdadero Ray Charles".