La presidenta Cristina Fernández utilizó hoy una dura frase para alejarse un poco más de los países desarrollados, al exigir a quienes reclaman cambios en el modelo económico "no poner de ejemplo a los países que dejar morir chicos en las playas".

Usó ese argumento para rechazar las críticas recibidas de sectores cercanos a las políticas neoliberales.

Lo hizo al compartir un acto en José C. Paz con el presidente brasileño Lula Da Silva y el gobernador Daniel Scioli, durante el cual alertó sobre "un intento de volver a instalar las políticas neoliberales" en la región.

Además, reprochó a los que responsabilizan a los países emergentes por la actual crisis en la economía mundial y fustigó a los líderes europeos por no resolver la crisis humanitaria con los inmigrantes.

"No me pongan como ejemplo (de potencia económica y salida a la crisis) a los países que expulsan inmigrantes y dejan morir a chicos en las playas", manifestó.

"Se observa y se ve claramente en toda la región, en América del Sur, un intento de volver a instalar las políticas neoliberales que nos llevaron al fracaso, el hambre y la desocupación", alertó la mandataria.

En ese marco, le pidió a los argentinos que recuerden cómo estaba el país antes de la llegad a Néstor Kirchner al gobierno en 2003. "No es mirar el pasado para ser fiscal, es mirar el pasado para no ser idiota, equivocarnos y cometer los mismos errores", destacó, y remarcó que "necesitamos ciudadanos que pueden pensar y decidir por sí mismos, que sepan que deben defender cada una de sus conquistas logradas" porque según dijo, "algunas cosas que pasan en el continente no me gustan".

Cristina volvió a recordar el artículo periodístico publicado en el Financial Times sobre los "Eso lo leen mucho los poderosos y los que tienen plata, y decía que los países emergentes eran los culpables ahora de que el comercio no creciera. Resulta ser que cuando nosotros veníamos sosteniendo el crecimiento del mundo antes del 2008 y se cayó Wall Street y se llevaron presos a los ejecutivos, no era así. No somos países de especulación financiera, ni plaza financiera. Somos plaza de la educación y el trabajo", señaló.

"Las crisis las tiene los que crearon las burbujas financieras, las falsas hipotecas. Estos pueblos lo que hicieron fue trabajar y producir para el resto del mundo", agregó.

Al dirigirse al gobernador y al brasileño, dijo: "Daniel, vamos atener que profundizar la integración latinoamericana porque ahí está nuestro destino, y Lula vamos a tener que buscar nuevas formas de integración para que Argentina integre el BRICS y sea el BRICSA".

Al inicio del discurso, la jefa de Estado recordó el rechazo de los países latinoamericanos al tratado de libre con Estados Unidos. "Le dijimos que no al ALCA y a cualquier otra soberanía que no sea la del pueblo y pudimos construir una América latina distinta, con inclusión social, incorporadas a la salud y la educación", subrayó.

Aseguró que "esto que hemos construido en estos años no fue magia" y destacó el "esfuerzo, el trabajo y compromiso, muchas veces fruto de duros debates, discusiones y peleas". En esa línea, dijo que "cuando elige estar del lado del pueblo tiene que saber que va a dar peleas", aunque aclaró que "esto no significa dividir, ni separar".

"El pueblo no son los más vulnerables, son también los trabajadores de la salud, los pequeños comerciantes, los empresarios nacionales que dan trabajo a los argentinos y abren fabricas en nuestro país, los científicos que volvieron del exterior y los que se quedaron acá, bancando lo imbancable, son los millones de trabajadores que se incorporaron al mercado de trabajo, son jubilados, los pensionados y los estudiantes", enumeró.

La Presidente también recalcó que "cuando hay que defender eso contra pequeños grupos de poder es donde uno tiene que hacerse fuerte, pero no con la fuerza que conocí cuando era jóvenes (en referencia a la resistencia armada) sino con la fuerza las ideas y las convicciones para defender lo logrado", afirmó.