El actual campeón del fútbol argentino vencía 1 a 0 con gol de Milito. Los hinchas del Tomba comenzaron tirar piedras y el partido se suspendió
La violencia volvió a decir presente en el fútbol argentino. Racing vencía 1-0 a Godoy Cruz en el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza, pero los hinchas locales comenzaron a lanzar proyectiles al campo de juego y el árbitro Germán Delfino debió suspender el encuentro a los 25 minutos del primer tiempo.
Cuando el Tomba se preparaba para ejecutar un tiro de esquina, sus simpatizantes empezaron a tirar piedras y azulejos desde la tribuna popular sobre el área que defendía Sebastián Saja. También comenzaron a pelearse entre ellos. En un par de ocasiones, los futbolistas intentaron reanudar el encuentro, pero los proyectiles volvían a caer desde la tribuna. La decisión arbitral llegó luego de una espera de 11 minutos.
"El partido se suspendió porque no paraban de tirar piedras. No hay manera de controlar a la gente que está en las tribunas. La policía nos dijo que rompieron todos los baños. Tiraron azulejos", explicó Delfino, quien no recibió las garantías necesarias de las autoridades policiales para continuar el juego.
El capitán de Godoy Cruz, Fernando Zuqui, contó: "Estamos con mucha bronca, no se puede seguir así porque estaban tirando piedras. No puede pasar esto en el fútbol".
Según trascendió, ambos clubes querían completar el partido mañana a puertas cerradas. Sin embargo, como Delfino firmó la planilla con la suspensión, la decisión sobre la continuidad del encuentro debe resolverse en la reunión de Comité Ejecutivo de AFA. "En la semana nos darán un fecha para completarlo, o nos tendremos que poner de acuerdo con Godoy Cruz", explicó el presidente de Racing, Víctor Blanco, quien confirmó que el plantel regresará hoy mismo a Buenos Aires.
Al minuto de juego, el referí había sancionado un polémico penal a favor de Racing, que generó la protesta de todos los futbolistas de Godoy Cruz. El capitán Diego Milito lo ejecutó y abrió el marcador para los visitantes. Luego, el encuentro dejó poco material para el análisis deportivo. La violencia volvió a ganar.