Tras 54 años de ruptura, el gobierno norteamericano volverá a tener representación en la isla en el marco de la reanudación de relaciones bilaterales
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, encabezó hoy una histórica visita a La Habana para izar la bandera de barras y estrellas en la embajada de Estados Unidos en Cuba, reabierta el pasado 20 de julio después de 54 años.
Kerry sabe que hará historia: hace 70 años que un secretario de Estado no pisa suelo cubano. Será una visita relámpago: unas 10 horas, pero cargadas de simbolismo. Acompañado por una reducida comitiva de 20 funcionarios, no pasará la noche allí, sino que al atardecer estará de regreso en Washington D.C.
Cuando Kerry ice la bandera de Estados Unidos, cerrará la primera parte del restablecimiento de relaciones diplomáticas: de ahora en más se intentará que sean "normales".
El secretario de Estado prometió que se dará tiempo para "pasear por La Habana Vieja" y "saludar" a todo aquel que quiera acercarse. Cientos de vecinos esperan ya al funcionario en el Malecón y en las inmediaciones de la flamante sede diplomática.
La autoridad más importante del gobierno de Raúl Castro que asistió fue Josefina Vidal, la experimentada diplomática que encabezó las negociaciones con la estadounidense Roberta Jacobson.
En La Habana, Kerry fue el encargado de izar la bandera de Estados Unidos en la embajada. Luego participará de una celebración con funcionarios cubanos. La segunda cita será con su par Bruno Rodríguez, apenas horas después de que Fidel Castro recordara que Washington debe "millones de dólares" a Cuba como "perjuicio" por el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto en 1960.
Será el segundo encuentro con Rodríguez en cuatro semanas. "Lo que haremos será trabajar en la fijación de una suerte de agenda para la normalización de relaciones", había anticipado Kerry. El tercer punto en agenda es un encuentro privado con miembros de la oposición y representantes de organizaciones defensoras de los derechos humanos que no fueron invitados a la celebración en la embajada. Será en la residencia del encargado de negocios, Jeffrey DeLaurentis, y está previsto que acudan "el doble" de invitados que a la cita en la embajada.