vencieron a los Springboks, a los que nunca habían derrotado en 19 enfrentamientos. Cerraron así su participación en el Rugby Championship
Los Pumas lograron el batacazo en Durban, tras derrotar por primera vez en la historia Sudáfirca, por 37 a 25, y así terminar terceros, también por primera vez, en el Rugby Championship. Una lección de rugby les aplicaron Los Pumas a los Springboks en la etapa inicial. Fue una lección, tanto en el juego como en lo mental. Tanto en ataque como en defensa.
Superó a su rival en todos los aspectos y el silencio y el asombro de los espectadores se hicieron protagonistas. El seleccionado argentino disputó aquí, en el Growthpoint Kings Park de Durban, uno de los mejores primeros tiempos en mucho tiempo, que por lo hecho, especialmente en ofensiva (apoyó tres tries contra uno de su adversario), supera a la gran actuación exhibida ante Francia, en París, en el cierre de la gira internacional de noviembre del año pasado.
El conjunto albiceleste dejó atrás los golpes padecidos ante Nueva Zelanda y Australia y mostró una imagen completamente diferente. Una imagen que ilusiona de cara al Mundial, la cita máxima del año en Inglaterra.
Los Pumas arrancaron con todo los primeros 40 minutos. De hecho, a los dos minutos y tras una buena salida de un line out, una notable combinación de pases entre Jerónimo De la Fuente y Juan Imhoff provocó que Marcelo Bosch apoyara la primera conquista nacional, convertida por Juan Martín Hernández. Fue una excelente jugada, ensayada en la semana, y que produjo un golpe anímico.
Los Pumas no bajaron los brazos, a pesar del penal anotado por Handré Pollard y mantuvieron su propuesta ofensiva. Justamente, a los 22, Hernández se animó y quebró una serie de tackles. Apareció Cubelli como una topadora y le dejó servido el try a Juan Imhoff, que vivió una noche única con la presencia de su padre en la tribuna.
El encuentro estaba 14-3 para Los Pumas, pero más puntos llegarían. A los 28, Pollard, el apertura sudafricano, volvió a marcar otro penal. Pero otra vez apareció el desequilibrio de Imhoff para enmudecer el escenario. Leonardo Senatore sacó la pelota de un scrum en la punta y Cubelli le cedió la conquista a Imhoff, que, con la conversión de Hernández, amplió el marcador (21-6). Llegó el primer try de Sudáfrica, a través de Lood de Jager. Sin embargo, el seleccionado nacional provocó otros dos cachetazos, con dos penales (uno de Hernández y otro de Bosch desde mitad de cancha). Así, Los Pumas se fueron al descanso con una ventaja de 14 tantos (27-13).
En el inicio del segundo tiempo, la Selección volvió a aprovechar sus buenos momentos. Hernández jugó rápido un penal, los Springobks no se avivaron e Imhoff, por tercera vez, apoyó en la punta. Así, con la conversión de Hernández, el partido quedaba 34-13. Pero los Springboks, golpeados por las dos derrotas y el flojo desempeño, salieron a descontar y lo consiguieron rápido, gracias al try de Willie le Roux, convertido por Pollard.
Los Pumas aguantaron las embestidas de los delanteros de camiseta de verde. Lo lograron con una sólida defensa, otro de los punto altos de la gran actuación albiceleste. Y, de pronto, a los 22, Bosch se paró de apertura y con un drop volvió a callar a los espectadores sudafricanos, que no lo podían creer. Así, la Selección tomaba aire con los 17 puntos de diferencia (37-20). Los últimos diez minutos fueron muy emotivos. Los Pumas defendieron con alma y coraje. A Matera le sacaron tarjeta amarilla a los 35, por un tackle alto a Jean de Villiers. Así que los cinco restantes fueron interminables. Cada segundo parecía una hora. Volvieron a sufrir en el final con la conquista de Bryan Habana.