Busca su tercera Copa Libertadores en el Monumental ante el Tigres de México. El equipo de Gallardo se juega todo en una nueva final
Tras 19 años, River quiere escribir otra página gloriosa y gritar campeón en la Libertadores.
River buscará alzar su tercera Copa Libertadores de América luego de 19 años de espera cuando reciba a Tigres por la final de vuelta luego del empate 0-0 que obtuvo en el primer partido disputado en México.
El estadio Monumental de Núñez, que rebalsará de hinchas "Millonarios", será el escenario del encuentro definitivo que comenzará a las 22, será arbitrado por el uruguayo Darío Ubriaco y televisado en directo por la TV Pública y Fox Sports.
Por el resultado (0-0) de la ida disputada la semana pasada en la ciudad de Monterrey, el equipo que logre la victoria se convertirá en el campeón de la edición 56 del certamen pero en caso de empate en el tiempo reglamentario se jugarán dos tiempos de 15 minutos y, de persistir la igualdad, la definición será con tiros desde el punto penal.
Ante cualquier resultado, River ya se había asegurado disputar el Mundial de Clubes FIFA 2015 que se jugará en diciembre en Japón ya que Tigres, por pertenecer a Concacaf no puede representar a Conmebol.
Esta será el cuarto enfrentamiento entre ambos equipos ya que coincidieron en el Grupo 6 que lideró el equipo azteca. En el primer partido, en marzo, igualaron 1-1 en Buenos Aires y luego, en abril, fue de nuevo empate, esa vez por 2-2, en Monterrey.
River, club con 114 años de historia, intentará conquistar por tercera vez el certamen más importante de Sudámerica luego de las obtenidas en 1986 y 1996.
En tanto, Tigres, que transita su cuarta participación, se ilusiona con ser el primer equipo de México en levantar el trofeo del torneo del que participan como invitados desde la edición de 1998.
Para llegar al partido más trascendental de los últimos 20 años, el equipo que dirige Marcelo Gallardo, uno de los protagonistas principales de esta historia, transitó un camino complicado y con adversidades que se hicieron presentes hasta último momento.
Una clasificación sufrida como el peor segundo con 7 puntos en el Grupo 6; una serie en octavos de final ante Boca, su clásico rival, que no pudo terminar por la agresión sufrida en el entretiempo; el cruce con Cruzeiro con una actuación histórica en el estadio Mineirao para revertir el revés (0-1) de la ida; y la postergada semifinal con Guaraní por la Copa América que se definió en Asunción.
Todo lo superó con fútbol, temple y bajo la conducción de un líder como el "Muñeco" Gallardo, quien estuvo como jugador en la conquista de 1996, que con apenas un año en el cargo quiere sumar un nuevo éxito internacional a las vitrinas del club tras la Copa Sudamericana y la Recopa Sudamericana.