El empresario Alejandro Burzaco fue extraditado a los EEUU para ponerse a disposición de la la Justicia por su presunta participación en el escándalo de corrupción que salió a la luz semanas atrás y que salpica a la dirigencia de la FIFA y otras entidades de fútbol de Sudamérica. El argentino se había entregado en Italia 1tras el pedido de captura.

Burzaco se presentó el viernes en un tribunal de Nueva York a cargo de la jueza Vera M. Scanlon para la lectura de delitos que se le imputan. Al hombre, de 51 años, se lo acusa de pagar millones de dólares en sobornos a dirigentes del fútbol sudamericano para conseguir los derechos de mercadeo de torneos, incluyendo cuatro ediciones de la Copa América.

El empresario se declaró inocente. La jueza le fijó una fianza de 20 millones de dólares, que queda asegurada a través de al menos tres propiedades de familiares y amigos del empresario y parte de los negocios del argentino.

Los fiscales aceptaron su liberación, diciendo que no había riesgo de que huyera, pues se había entregado voluntariamente a la policía italiana. Burzaco entregó su pasaporte a las autoridades, deberá llevar un dispositivo de monitoreo electrónico y no podrá salir de Nueva York y Long Island.

Al momento de su arresto, Burzaco era presidente de la empresa Torneos. Están acusados de aceptar pagar 110 millones de dólares en sobornos por los derechos de la Copa América.

Otros dos argentinos enfrentan iguales acusaciones, dado que fueron sus socios en la empresa Datisa, sospechada de la maniobra. Son Hugo y Mariano Jinkis, quienes se entregaron a la Justicia de la Argentina el 24 de julio. Ambos tienen pedidos de extradición de los EEUU.

Burzaco es el tercero de los 14 acusados al que le leyeron las acusaciones en un tribunal estadounidense. Una nueva audiencia para Burzaco está programada para el 18 de septiembre próximo.