El líder de la CGT advirtió que un trabajador necesita "arriba de 8.500 pesos" para satisfacer sus necesidades. La presidenta anunció que el piso será de $6.060. La inflación golpea
Apenas horas después de que la presidenta Cristina Fernández anunciara que el salario mínimo vital y móvil se aumentará a 6060 pesos, el titular de la CGT oficial, Antonio Caló, que participó en la discusión de ayer, admitió que esa suma "no alcanza para vivir dignamente".
Caló se sentó ayer en la mesa de negociación junto con la jefa de Estado, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y el empresario Daniel Funes de Rioja. La discusión duró un solo día: empezó a la mañana y por la noche Cristina anunció la suba, que será en dos tramos -agosto y enero- y que significa un incremento del 28,5 por ciento, en línea con las paritarias.
Caló advirtió esta mañana que un trabajador en la Argentina necesita "arriba de 8.500 pesos" para vivir "dignamente".
"Es un piso bienvenido. Hace once años que lo estamos discutiendo. Hasta el 2003 estuvo clavado en 200 pesos, hasta que llegó Néstor Kirchner [a la Presidencia], dijo en La Red el sindicalista metalúrgico, para luego agregar: "Para vivir dignamente se necesita arriba de 8500 pesos, eso sin tirar manteca al techo".
Caló señaló que el nuevo aumento beneficia "sólo a 150 mil trabajadores de los 9 millones que hay en el país". La definición del salario mínimo afecta de manera directa a los trabajadores que no están incluidos en los convenios colectivos, a los empleados en negro y a trabajadores de empresas muy pequeñas. El salario mínimo es un piso, una especie de paritaria general en la que, con el arbitrio del Estado, las centrales obreras y las cámaras empresarias se ponen de acuerdo sobre el escalón más bajo de la pirámide salarial.
No estuvieron ayer ni Hugo Moyano -CGT opositora- ni Pablo Micheli -CTA disidente-, que hoy difundirán un documento en rechazo al nuevo aumento y donde denunciarán que "el Gobierno pretende garantizar una actualización del salario mínimo, vital y móvil por debajo de la inflación".
Tomada cuestionó la postura del sindicalismo opositor. "Moyano y Micheli fueron invitados cuando se produjo el apartamiento de ambos, rechazaron esa invitación y sistemáticamente se dedicaron a descalificar el Consejo del Salario", dijo en radio Del Plata el ministro