Una multitud inédita recibió a Tevez
Miles de hinchas de Boca colmaron La Bombonera para recibir al "jugador de pueblo". "Vine para salir campeón", dijo el nuevo 10 del xeneize
13 de julio de 2015
"Para eso vine", respondió con su amplia sonrisa Carlos Tevez -el "jugador del pueblo"- cuando le preguntaron si volvía a Boca para dar la vuelta mientras una multitud de hinchas lo esperaba en una Bombonera colmada.
Tevez fue presentado en los alrededores de la cancha de Boca y recibió la camiseta número 10 de las manos del presidente de Boca.
Con la presencia de Diego Maradona, "Carlitos" volvió a pisar el césped de la Bombonera después de firmar el correspondiente contrato que lo unirá nuevamente al club después de un exitoso paso por el fútbol europeo.
"No, nunca se vio nada igual, ni parecido", era coincidencia unánime entre viejos conocedores del llamado "Mundo Boca". La fiesta de presentación de Tevez en su regreso al club después de casi once años en Europa desbordó todas las previsiones, nadie esperaba semejante convocatoria, que seguramente rondó las sesenta mil personas.
La Bombonera se vio repleta, con gente abarrotada en los accesos, otra que circulaba con desesperación por los pasillos en busca de algún lugarcito desde donde espiar cómo el ídolo pisaba el campo y muchos otros que ni siquiera tuvieron oportunidad de arrimarse, se quedaron en la calle.
Tevez se fue al Corinthians cuando tenía apenas 21 años y ahora tiene 31 cumplidos que tiene un privilegio probablemente único, por lo menos inédito: nadie, hasta hoy, concentró a tantos hinchas de Boca sólo para recibirlo y agasajarlo, sin que hubiera un partido para ver.
Hasta Diego Maradona, después de mucho tiempo, reapareció en su palco, ese balcón que da al centro del campo de juego, para saludar al gran jugador que está de regreso en su casa.
Tevez entró, vistiendo su nueva/vieja camiseta, recorrió el perímetro saludando a todos, despertó ovaciones de reconocimiento a cada paso, reverenció a los presentes, hasta se arrodilló en el césped, conmovido por una recepción que quizás a él mismo lo haya sorprendido.
"Vení, vení, cantá conmigo/que un amigo vas a encontrar/ que de la mano de Carlos Tevez/ todos la vuelta vamos a dar", fue el estribillo más escuchado a lo largo de una noche en que nadie se acordó del frío.
La idea original era comenzar por habilitar los accesos a la tribuna baja y, en la medida en que la concurrencia fuera aumentando, ir abriendo las puertas que hicieran falta.
Muy temprano, sin embargo, fue dable imaginar que iba a haber que habilitar todos los accesos disponibles, porque la muchedumbre que se dio cita iba a colmar las instalaciones.
Eran las 16, la apertura se había pautado para las 17.30, pero las filas de hombres, mujeres y niños que circulaban por las calles aledañas a La Bombonera parecían interminables y los vehículos agotaban las disponibilidades en todos los estacionamientos.
Mucho antes de las 18, la cancha estaba llena y numerosos fanáticos que andaban por las cercanías no se resignaban a quedarse fuera, esperaban tal vez algún milagro para poder entrar.
Es de hacer notar que concurrió mucha gente que, en los últimos años, tiene muy pocas posibilidades de ver un partido de Boca, dadas las restricciones que se imponen.
Al abrirse la convocatoria a cualquier interesado, ya que sólo se estableció la obligación de aportar algún elemento no perecedero para un comedor comunitario de Fuerte Apache, la patria chica del ídolo, hubo miles de hinchas que quisieron sacarse las ganas de estar en "su" cancha.
Ahora lo espera a Tevez la competencia y seguramente no será fácil pero en algo ya ganó: es difícil de imaginar que otro jugador, en el corto plazo, pueda reeditar lo que fue una fiesta inolvidable.