La selección argentina debió conformarse otra vez con el segundo lugar.

Chile la venció por penales y alcanzó por fin su primer título de Copa América en 36 participaciones al imponerse 4-1 (0-0 en 120 minutos) en Santiago.

La Argentina volvió a extrañar la estelaridad de Lionel Messi, quien no jugó en gran nivel, y varias lesiones, en especial la de Di María a los 28 minutos de partido.

Matías Fernández, Arturo Vidal, Charles Aránguiz y Alexis Sánchez marcaron desde el punto penal, en tanto que Messi anotó el único para la albiceleste. Gonzalo Higuaín erró su disparo al lanzar la pelota por encima del arco, mientras que el tiro de Ever Vanega fue atajado por Claudio Bravo.

Dirigida desde diciembre de 2012 por el argentino Jorge Sampaoli, Chile puede exhibir desde ahora el primer trofeo de campeón en sus vitrinas, donde apenas reposaban cuatro segundos lugares de Copa América (1955, 1956, 1979 y 1987), un tercer puesto en el Mundial que acogió en 1962 y una medalla de bronce olímpica en Sídney-2000 con una selección Sub-23.

Argentina, con su superastro Messi, no pudo romper el ayuno de 22 años sin títulos.

A nueve días de cumplirse un año de la final perdida contra Alemania en el Mundial Brasil-2014, Messi y compañía agregaron otra cicatriz al alma, dejando a Argentina con el sinsabor de no alcanzar una corona desde la Copa América Ecuador-1993.

Chile y Argentina ofrecieron algunas llegadas a los arcos, situaciones de gol bien elaboradas y todo el vértigo que bajaba de las tribunas repletas del Estadio Nacional para contagiar a los artistas de la cancha. Argentina fue la que avisó primero en predios de Claudio Bravo a los 5 minutos con un pelota en diagonal de Messi al Kun Sergio Agüero que ganó con lo justo el meta del Barcelona.

Chile le disputaba la posesión de la pelota a Argentina con sobrados argumentos, y también tuvo dos chances a los 10 minutos con Eduardo Vargas y Vidal, la primera con un remate desviado y luego el Rey con una volea en el área que Sergio Romero sacó al córner a puro reflejo.

El trámite era equilibrado en la primera mitad sin un dominio definido, en buena medida porque las individualidades de cada equipo abusaban del pase de más, o caían en el trampa de la presión para desarticular la elaboración del juego.

Chile aguardaba la explosión de Alexis Sánchez, pero el Niño Maravilla parecía jugar su partido aparte, y caía en el lucimiento improductivo, mientras el Mago Jorge Valdivia apenas asomaba en la conducción.

Argentina también fue de chispazos en la mitad, con Messi y Agüero bien controlados, pero siempre inquietantes cuando la pelota llegaba a sus pies.

En medio de ese panorama, Argentina tuvo la más clara ocasión de anotar a los 20 minutos con un cabezazo de Martín Demichelis que salvó Bravo, pero la respuesta chilena fue inmediata, porque Vargas tuvo la posibilidad de vencer a Romero pero definió alto a los 22.

La salida por lesión de Ángel Di María a los 29 minutos afectó la dinámica ofensiva de Argentina y desde entonces no pudo prevalecer organizadamente para acercarse al arco de Bravo.

Chile no aprovechó el contratiempo de la albiceleste, y, por el contrario, se confundía en los últimos metros cuando llegaba a posición de gol, dejando escapar la posibilidad de golpear con efectividad cuando Argentina sintió la ausencia del Fideo.

Chile tomó la iniciativa en la segunda mitad aupado por su público y por una mejor predisposición en el campo, con Vidal más cerca de Valdivia y Alexis más involucrado en el juego colectivo.

Messi no pesaba en Argentina y pasó casi 15 minutos, de los 45 a los 60, sin entrar en acción, una muestra inequívoca de que algo no funcionaba bien en el equipo de Martino porque el astro no estaba a gusto con lo que estaba pasando.

Martino y Sampaoli buscaron nuevas ideas para desenredar el juego con los ingresos de Gonzalo Higuaín por Agüero y de Matías Fernández por Valdivia, y fue a Chile al que mejor le vino la recarga de oxígeno.

La Roja tuvo el gol a los 82 con un remate cruzado de Alexis, y en la mejor jugada de Argentina en los 90 iniciales, Higuaín dilapidó el gol del título luego de un eslalon de Messi desparramando rivales a gambeta y velocidad y que el ariete del Nápoles resolvió mal en el segundo palo.

Tras el susto en el arco de Bravo llegaría el tiempo extra de 30 minutos, en el que Chile estuvo más cerca del gol que Argentina, sobre todo a los 105 con un remate de Alexis a pura velocidad que se fue por encima del horizontal tras un fallo defensivo de Javier Mascherano.

Cumplida la prórroga llegarían los penales, donde Chile fue más efectivo que Argentina en las ejecuciones al convertir 4 contra 1 para ponerle punto final a la Copa América, su primer título en la historia del fútbol de ese país.