La Selección ganaba con autoridad 2 a 0 pero dejó reaccionar Paraguay. El martes, con Uruguay. Martino puso a Tevez y a Higuaín cuando el equipo estaba arriba pero no sirvió
La selección argentina, favorita para ganar la Copa América 2015, fue sorprendida en su arranque por un aguerrido Paraguay que le empató 2-2, tras remontar dos goles de desventaja, este sábado en La Serena (norte).
Sergio Agüero abrió el marcador a los 29 minutos y Lionel Messi aumentó de penal (36), pero Nelson Haedo Valdez dio esperanza a los guaraníes (60) y Lucas Barrios empató en el 90, en el encuentro disputado por el Grupo B, en el cual Uruguay venció a Jamaica 1-0 a primera hora.
El empate significa un baldazo de agua fría para Argentina, que llegó a Chile con la misión de romper una sequía de 22 años sin un título de prestigio y borrar la amargura de la final del Mundial de Brasil-2014 perdida contra Alemania.
Paraguay, que no estuvo en Brasil-2014 tras clasificar a cuatro Copas del Mundo consecutivas -desde 1998 a 2010-, mostró orgullo en el complemento y se llevó un merecido punto, en pleno proceso de reconstrucción que lleva a cabo el técnico argentino Ramón Díaz.
El equipo de Gerardo Martino jugará su segundo partido de la fase inicial contra Uruguay el martes en el mismo escenario, mientras que Paraguay irá a Antofagasta a enfrentar a Jamaica.
En forma excepcional tras liderar al Barcelona en la conquista de la Liga de España, la Copa del Rey y la Liga de Campeones de Europa, Messi tuvo un buen partido en líneas generales, aunque sin suerte en la red.
Martino eligió a Agüero como delantero junto a Messi y Di María, dejando en el banco a Carlos Tevez y Gonzalo Higuaín, y el goleador de la última liga inglesa le respondió con un gol que destrabó un partido complicado hasta la media hora. Como se preveía, Argentina tuvo el control del balón desde el inicio con una fuerte presión de un ultradefensivo rival a partir del mediocampo, parte del plan de Díaz para desactivar a Messi y su banda.
Con Paraguay acuartelado, la subcampeona mundial necesitaba ser paciente y al mismo tiempo veloz en las combinaciones para abrir espacios con Messi recostado a la derecha y el Fideo Di María y Javier Pastore por izquierda.
A Argentina le costaba entrar y en 20 minutos solo generó dos ocasiones, un córner precisamente de Di María que casi termina en gol olímpico y un remate de afuera del área de Javier Mascherano que desvió Messi y se fue junto a un poste.
El partido se encontraba en una meseta cuando un increíble regalo defensivo de Paraguay permitió al Kun Agüero abrir el marcador.
Miguel Samudio pasó el balón hacia atrás desde cerca del mediocampo sin prestar atención y el delantero del Mánchester City, al acecho, recogió el obsequio, eludió al arquero y empujó el balón con el arco vacío.
Con Paraguay sentido, Argentina vio sangre y aceleró para encontrar rápidamente el segundo gol, convertido por Messi de penal tras una falta dudosa a Di María en el costado del área.
Era difícil de imaginar de qué modo los guaraníes podían revertir la situación. Díaz lo intentó al inicio del segundo tiempo con el ingreso de un delantero, Derlis González, por un volante, Richard Ortiz.
Messi pudo haber marcado el tercero tras una gran combinación con Pastore, pero para sorpresa de todos a los 60 minutos llegó el descuento paraguayo con un precioso disparo de Nelson Haedo Valdez desde afuera del área.
A partir de ahí, se sucedieron las ocasiones de uno y otro lado. Messi lo tuvo en una gran maniobra individual y Silva se lo sacó a Pastore.
En el área de enfrente, Paraguay pudo igualar con un remate de González que se fue pegado al poste tras cruzar toda el área, y Samudio casi se redime de su error con un disparo que tapó Sergio Romero.
Hasta que llegó el minuto final y un disparo bajo y potente del argentino nacionalizado paraguayo Lucas Barrios, ingresado a los 79 por el delantero Roque Santa Cruz, que provocó el delirio de los guaraníes ante la incredulidad argentina.
Para la anécdota quedó el ingreso de Carlos Tevez por Pastore faltando quince minutos, aunque el Apache no influyó en el juego.