El Gobierno busca instalar que la pobreza en la Argentina es mucho menor a la que arrojan las cifras de instituciones privadas, a pesar de que el INDEC dejó de medirla hace casi dos años.

El argumento es que ahora el sistema estadístico para relevarla cambió y, según la presidenta Cristina Fernández, el nivel de pobreza con el nuevo método es "inferior al 5 por ciento".
Pero la Iglesia salió a aclarar que esos datos son errados. Lo hizo el presidente del Episcopado, monseñor José Arancedo, quien dijo que es "cierta” la medición de la UCA que registró 27,5% de pobreza.

En la construcción de un relato político que viene buscando deformar la realidad, y ante una elección crucial, la Casa Rosada busca instalar que tampoco hay pobres en la Argentina. Ya había tratado de hacerlo con la inflación, el desempleo y otras variables clave.

La estrategia de minimizar la pobreza volvió con fuerza cuando la presidenta Cristina Kirchner -la jefa de Estado más rica de la historia argentina- dijo en la FAO que es del 5 %, y el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, consideró que es incluso "menor a la de Alemania".

Pero Arancedo sostuvo que para la Iglesia es "cierta” la última medición del Observatorio para la Deuda Social de la UCA “en torno al 25%”. El dato exacto de la medición, para fin de 2013, es de 27,5%. “Necesitamos las estadísticas y tiene que ser una tarea de mucho respeto elaborar los números objetivos porque son para todos y sirven para planificar un país”, sostuvo Arancedo.