Finalmente el líder del Frente Renovador decidió postularse en las PASO, tras muchas dudas. Brindó una breve conferencia y no dio lugar a preguntas. Fin de las especulaciones
El líder del Frente Renovador, Sergio Massa, develó la incógnita que rodeó su candidatura en las últimas semanas y anunció que seguirá en carrera para la Presidencia, dejando de lado la posibilidad de declinar su precandidatura ante las bajas en su fuerza electoral.
Lo hizo a través de una breve conferencia, que no dio lugar a preguntas. El ex intendente de Tigre se salteó la confirmación de su candidatura, que había trascendido desde el fin de semana y pasó directamente a anunciar que “seré presidente de los argentinos”.
El líder del Frente Renovador dijo, además, que en las próximas semanas su “equipo” de colaboradores saldrá a explicar el programa de gobierno de su fuerza, para diferenciarse de lo que llamó “los candidatos del silencio”, entre los cuales nombró a Daniel Scioli, de quien criticó que “no dice lo que piensa para que no lo rete Cristina seguramente” y donde también introdujo una alusión a Mauricio Macri, cuando señaló a quienes “hablan de cambio pero no dicen cuál es ese cambio”.
En un discurso en el Museo de Arte de Tigre, Massa dijo haber sentido el respaldo de mucha gente -y destacó con emoción el de su propio hijo- y recordó sus comienzos en 2013, cuando nació "como fuerza política para frenar la idea de eternidad" y que ese límite "hubo que transformarlo en un puente hacia el futuro". "El desafío de construir sin el aparato del Estado una fuerza política en condiciones de enfrentar una elección muchas veces se hace contra viento y marea, porque se pelea contra el látigo y la chequera", remarcó, y dijo que su partido se metió "en el barro de la política y a lo mejor ese barro hizo cometer errores".
Massa consideró que "los errores cometidos por entrar en ese barro" lo hicieron "desviar del eje central, que es la gente", y llamó a "entender que la política no son los dirigentes, la política es la gente".
"El sistema político electoral de la Argentina favorece a los oficialismos y a los aparatos. Nosotros no tenemos el aparato del Estado. Pero construimos con un equipo convencido de qué país podemos tener y qué país no queremos tener", subrayó.
El diputado reiteró su intención de mejorar la situación de los jubilados, de "derrotar la inseguridad" y de que "los corruptos vayan presos", además de defender los programas sociales "pero usarlos como puente de retorno al trabajo de millones de argentinos".
Massa cuestionó "la Argentina de los candidatos del silencio", cuestionó que Daniel Scioli "no diga lo que piensa" y, en alusión a Mauricio Macri pero sin nombrarlo, remarcó que "algunos dicen que quieren un cambio pero no dicen cuál".
"Yo no busco un cargo. Soy joven y cometí errores, pero tengo el sueño de que la Argentina puede ser un país mejor. Y tengo la seguridad de que nos arremangamos entre todos y dejamos la mezquindad de lado podemos construir un país en serio para los 40 millones", enfatizó.
Embistió contra quienes buscaron potenciar la polarización entre el oficialismo y el PRO: "A los que pretendieron usar su poder para empujarnos y corrernos, para sacarnos de la cancha, acá estamos, este soy yo, lo que ven, no hay nada más".
Massa concluyó con un guiño a quienes lo votaron en 2013 y quienes aún lo apoyan en las encuestas, diciendo que quienes "depositaron (en él) su confianza y que creen que este país puede ser mejor", les ratificaba que será "candidato a presidente de los argentinos".
Sin dirigentes -más tarde llegaron los intendentes Mario Meoni y Carlos Selva-, Massa se retiró acompañado de su mujer, Malena Galmarini, y dio por concluido su discurso, sin habilitar preguntas.
La jornada no pudo ser perfecta para Massa: el economista Miguel Peirano, miembro del equipo de asesores del FR, abandonó el massismo en discrepancia con la conducción y con los intentos de negociación con el PRO, informaron fuentes del entorno de Peirano. En los próximos días, Massa tiene previsto realizar un plenario en Mar del Plata para definir al candidato a gobernador, aunque todavía en el FR no le cierran la puerta a una posible vuelta al ring de Francisco De Narváez -el plan B sería Felipe Solá, un intendente o la propia Malena Galmarini-.
Esta tarde, el massismo y el delasotismo firmaron el frente electoral UNA, que debió cambiar de nombre: se llamará Unidos por una Nueva Alternativa, debido a que la Justicia Electoral no aceptó el nombre con la palabra Argentina.