Fue en una audiencia privada que duró una hora. "Hablamos de la preocupación que los dos tenemos por la paz", dijo la jefa de Estado para evitar especulaciones en un año electoral
Cristina Fernández tuvo finalmente su entrevista con el Papa Francisco, y se preocupó en aclarar que el encuentro careció de connotaciones políticas, justo cuando en la Argentina está lanzada la carrera para sucederla.
"Imagínense, con todos los problemas que hay, con todo lo que ha pasado; su participación en Cuba, su viaje a Bolivia, a Sarajevo, su lucha por la paz. Venir a hablar de las PASO no era algo que se mereciera ni él ni yo", aclaró la mandataria casi sin que se le preguntara.
El Papa le concedió la cuarta audiencia privada en sólo dos años, que arrancó unos minutos antes de lo previsto, a las 16:50 de Roma (las 11:50 de la Argentina), y finalizó alrededor de las 18:30.
La mandataria fue recibida en un anexo pegado a la sala Pablo VI, un espacio distinto a las visitas precedentes, cuando habían compartido almuerzos en la residencia de Santa Marta.
Una hora antes estaba programada la presencia del venezolano Nicolás Maduro, quien finalmente canceló el encuentro por cuestiones de salud, en medio de la tensión que hay en su país. Días atrás pasó la chilena Michelle Bachelet.
Cristina dijo que el Papa está "muy preocupado por lo que pasa en el mundo y América Latina es una región que se ha consolidado como una región de paz, en la que no hay diferencias étnicas ni religiosas. Y eso es lo que él acaba de venir de ver en Sarajevo, que es casi la contracara de lo que pasa en nuestra región. Es eso lo que debemos conservar como valor y la unidad, con nuestros matices".
Cristina dijo que fue una reunión "muy cálida, muy cordial, estuvimos hablando sobre los problemas del mundo, de la región, su visita de ayer (por el sábado) a Sarajevo, su preocupación por lo que considera una suerte de Tercera Guerra Mundial, y también preocupados como estamos todos preocupados por la paz. Y también el incentivo que hay del sector armamentístico, como lo ha denunciado para que surjan los conflictos y estos no se solucionen. Así que estuvimos repasando estas cosas, hablando, bien, como siempre". "Mañana ante la FAO va a ser distinguida la Argentina. Y como yo soy presidenta alguien tiene que recibirlo, y me citan a mí. Creo que sí, hemos cumplido con los objetivos del milenio, creo que el día de mañana va a ser un poco el eje, la FAO como organización de las Naciones Unidas a lo que hace a la Alimentación, nosotros somos reconocidos como un país productor de alimentos, pero a mí me interesa hablar de las políticas necesarias para que la gente no tenga hambre”, señaló.
Consideró que “no basta con que haya mayor producción de granos, hoy tenemos capacidad para alimentar a 400 millones de personas, y en 2020 llegaremos a 600 millones, y este año llegaremos a una cosecha récord de 119 millones de toneladas. Pero el hambre no es un tema que tenga que ver únicamente con la capacidad de producción de alimentos o con la posibilidad de distribuir esos alimentos en las poblaciones vulnerables. Tiene que ver con los modelos de sociedad, con la posibilidad de tener trabajo, educación, y políticas sociales que van logrando que mientras los hombres se capaciten y puedan adquirir los bienes que necesitan, los programas sociales permiten que en el mientras tanto esto vaya sucediendo. Y creo que el logro más importante de la Argentina, además de ser una gran productora de alimentos, lo más importante han sido las políticas sociales que hemos llevado a cabo y que son políticas de inclusión: la Asignación Universal por Hijo, la asignación por embarazo, el plan Progresar, esto no sólo permitió alimentar, si no educar y cuidar la salud. Nos quiero que nos vean solamente como una inmensa vaca o una bolsa de soja”.
"Yo creo en la pluralidad, en la diversidad, yo creo en un mundo multipolar, él también lo cree. Creemos en el diálogo interreligioso, no creemos un mundo sacudido por los fanatismos. Sí podemos decir que afortunadamente esto en la Argentina no sucede. Sí hablamos de la Basílica de Luján, le conté lo hermosa que quedó, él algo ya había visto. También le conté otra cosa muy emotiva... Sí, esas fueron las dos cosas que hablamos de Argentina, del sable de San Martín, que fue algo muy emotivo y a él le pareció fantástico por la revalorización de la historia y la revalorización de la patria para todos los argentinos. Después pasamos a lo internacional y lo regional”, dijo.