El Gobierno ya anuncio acuerdos topes con Comercio y la UOM pero aun no se firmaron los borradores. Los mercantiles suspendieron las charlas y la UOM ponen en duda el aumento
El apuro con el que el Gobierno anunció el cierre de cinco paritarias clave en el tope oficial promedio del 27% cuando los convenios aún no habían sido definidos en su totalidad entre empresas y gremios de los sectores involucrados, ya comenzó a generar algunos problemas.
La negociación en Comercio sigue trabada y ayer volvió a suspenderse la firma del acuerdo definitivo por el incremento salarial que llegará al 27% en dos tramos. A su vez, varias cámaras de la industria metalúrgica cuestionaron el entendimiento sellado entre la UOM y Adimra y denunciaron que la suba real en la actividad supera el 27,8% anunciado, debido a la incorporación como gratificación extraordinaria del pago a cuenta de las paritarias de $ 2000 que las compañías abonaron a su personal entre febrero y marzo.
Desde el Ministerio de Trabajo rechazaron con duros términos esa interpretación y aseguraron que la gratificación en cuestión no forma parte de la paritaria. "El aumento total es 27,8% y no hay más.
Si se descontaban los $ 2000 que algunos pagaron a cuenta la suba sería del 25%", dijeron las fuentes de la cartera laboral. Ese punto motivó la firma de un acta adicional a la que estableció el incremento salarial de la actividad. En el texto, suscripto por la UOM y representantes de las cámaras de Adimra y Caiama, se estableció que "las empresas que hayan abonado el adelanto extraordinario, lo imputarán bajo el concepto de ‘gratificación extraordinaria no remunerativa por única vez‘que en este acto se pacta con tal carácter por un importe idéntico al abonado".
A diferencia de la explicación de Trabajo, desde las entidades que no firmaron el entendimiento con el gremio que lidera Antonio Caló y entre algunas empresas del sector metalúrgico advirtieron que la incorporación al convenio del adelanto a cuenta de paritarias representa "2% más de aumento sobre la categoría promedio" de la actividad.
Más allá de ese punto, los representantes de Afarte, Afac y Fedehogar (las cámaras que no suscribieron) cuestionaron la eliminación de la categoría de operarios y su reabsorción como operarios calificados, que equivale a un incremento adicional de entre 8% y 9%.
A su vez, la conducción de Afac envió una crítica nota al ministro de Trabajo, Carlos Tomada, en que manifestó su "profunda preocupación" por "las evidentes anomalías producidas en los canales de diálogo y comunicación de la negociación salarial" en la industria metalúrgica. Al respecto, la entidad dijo haberse sentido "excluida" de participar de las discusiones y aseguró que se anotició "a través de la prensa y borradores informales" acerca de los términos del acuerdo salarial.
En paralelo, tampoco logró ayer definirse la firma del convenio mercantil a raíz de diferencias en la redacción del acta entre el sindicato de la actividad, que encabeza Armando Cavalieri, y los referentes de la Cámara de Comercio (CAC) y Came. "Aparecieron algunas cosas raras en la redacción y se volvió a trabar todo", confiaron referentes del sector. Las partes retomarán las discusiones la próxima semana.