Un final de cuento, de novela, en el que unos saltan y gritan de alegría y otros aún no pueden creer lo que están viendo. Así fue la atrapante definición del Nacional de Clubes . Hindú venció a Newman por 27-25 en la última jugada del partido y se consagró por sexta vez campeón del Nacional de Clubes.

Ya se terminaba. Newman empezaba a celebrar el primer título de su historia. Ganaba 25-24 y en su cancha todo era alegría. Pero nunca se festeja antes de tiempo. Joaquín Díaz Bonilla marcó un drop con el que cerró el partido y le dio el título a Hindú con una victoria por 27-25.

El primer tiempo del encuentro fue el más lucido, ya que durante este período se anotaron todos los tries (tries para Hindú, uno para Newman). Al minuto de juego, Belisario Agulla le tapó una pelota al medio-scrum Felipe Louzao y Lautaro Bávaro apoyó en el in-goal para abrir el marcador. Como digna final, el show comenzó bien temprano. Sin embargo, el segundo tiempo fue cediendo vértigo para introducirse de lleno en la lucha y en el golpe por golpe.

Se equipararon fuerzas tras el primer parcial (16-18 para Hindú) y, a partir de allí, sólo hubo espacio para capitalizar a través del pie. Las 6000 personas que disfrutaron de una jornada primaveral desde las tribunas presenciaron una de las definiciones más ceñidas de los últimos tiempos.

Luego de varios penales que ubicaron el score en 25-24 para Newman, el implacable reloj que ya casi marcaba la hora señalada y el incesante cántico de la parcialidad del Cardenal empujaban hacia lo que parecía el primer gran festejo Bordó de su vida. Pero, una pelota sacada a tiempo de un scrum, lejana y certera, fue a parar a manos de Díaz Bonilla. El 10 la esperaba perfilado por lo que sólo tuvo que contener el aliento e imprimirle su sello. Y en tiempo cumplido el drop se hizo realidad (25-27) para establecer que la dinastía del Elefante seguirá reinando, una vez más

Lautaro Bavaro, Bautista Alvarez y Sebastián Cancelliere marcaron los tries de Hindú, que también sumó a través de Severiano Escobio (tres penales) y el drop de Díaz Bonilla, el héroe de la tarde.