Antonio Caló, líder de la CGT oficial, perdió la paciencia y tras empatanarse las negociaciones paritarias anunció un paro que arrancará el miércoles a las 12:00
El titular de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Antonio Caló, tras el fracaso de una nueva instancia de negociación con los representantes del sector en la sede del Ministerio de Trabajo, anunció este mediodía un paro de 36 horas, que comenzará el miércoles próximo, a las 12.
Caló, que encabeza la CGT más cercana a la Casa Rosada, precisó que la huelga será acompañada por una movilización. "La negociación nunca se cierra, pero hoy no hay cuarto intermedio", apuntó en la puerta de la sede ministerial.
La UOM exige un suba salarial de 32%, pero las seis cámaras industriales del sector no parecen dispuestas a ofrecer más de 24 por ciento.
Los principales dirigentes gremiales salieron a cuestionar en las últimas horas la negativa del Gobierno a aceptar aumentos salariales del 30 %. Ese era el acuerdo que había alcanzado Armando Cavalieri, eterno líder del Sindicato de Empleados de Comercio, con las cámaras empresarias del sector. Sin embargo, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada , rechazó esa cifra.
"Dicen que hay paritarias libres, pero eso no sucede. ¿Qué se tiene que meter el Gobierno si yo llegué a un trato con la cámara empresarial más grande del país? [Axel] Kicillof no convalida incrementos que superen el 24%", aseguró Cavalieri
Esta mañana, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández , evitó hablar de un techo para las paritarias, aunque pidió que se negocie un "número razonable". "Cualquier decisión que se tome, no se puede ir de madre, tiene que ser un número razonable, que no repercuta en los precios, y eso es lo que va a haber que discutir", aseveró antes de ingresar a la Casa Rosada.
El funcionario llamó a encontrar "un punto en el que todos se encuentren satisfechos", y señaló que en algunas oportunidades "los dos no se van contentos, pero la situación es lo suficientemente positiva", tanto para empleadores como empleados.
"Si son paritarias libres, uno no tiene que meter la cuchara; el número va a tener que salir de la discusión, una vez que estén sentados a la mesa, pero es un tema en el que no tengo que meterme", insistió.