En el curso de esta tarde, la División Homicidios de la Policía Federal allanó la casa de Sara Garfunkel, la madre del fallecido fiscal Alberto Nisman, en el barrio de Belgrano, por orden de la jueza Fabiana Palmaghini y a pocas horas de que declarase en calidad de testigo durante varias horas ante la fiscal Viviana Fein.

Su testimonio fue uno de los más demorados en la causa: Fein la había convocado en repetidas ocasiones. La madre del fiscal no se presentó, aduciendo razones de salud -un cuadro de fuerte hipertensión arterial, según fuentes de la causa- con certificados médicos incluidos.

Garfunkel había estado en el centro de atención de Fein desde el comienzo del caso, al haber vaciado dos cajas de seguridad en bancos y en una financiera. Diversas fuentes que conocen el expediente hablan de que habría retirado moneda extranjera en efectivo y títulos de propiedad. La cuenta que compartía junto a su hijo, su hija Sandra y Diego Lagomarsino en el banco Merrill Lynch de New York es otro foco de sospecha.

La División Homicidios -que actuó bajo una estricta orden judicial de mantener secreto sobre el operativo- habría buscado contenidos de estas cajas de seguridad.

Unaa de las armas que pertenecieron al fiscal fallecido fue encontrada en la baulera de la madre de Nisman con una posterior entrega a la Policía.

Cerca de Viviana Fein aseguran que la fiscal no fue quien ordenó el allanamiento, sino que se trató de una directiva de la jueza de la causa. Hoy, Garfunkel esperó en la fiscalía de Fein un oficio del juzgado de Palmaghini durante más de una hora.