Las empresas lo niegan , pero desde el Gobierno se estaría "presionando". Afecta a countries y barrios residenciales: Piden a empresas bajar el consumo
Loa repetidos cortes de luz que afectan desde hace unos días a amplios sectores de la ciudad y el conurbano dispararon el mal humor de los vecinos y encendieron todas las alertas.
Frente a ello y después de un verano sin grandes sobresaltos, funcionarios kirchneristas desempolvaron ayer su manual de cabecera para enfrentar la amenaza de un colapso energético.
Les demandaron a las mayores empresas del país -siderúrgicas, alimentarias, petroquímicas y automotrices- que reduzcan su consumo de electricidad para moderar la demanda nacional, liberar una parte de los recursos para los hogares y evitar un estallido del sistema en su conjunto.
Pero eso no fue todo. También hubo contactos entre el Gobierno y las distribuidoras Edesur y Edenor para que hagan cortes selectivos y rotativos entre clientes de alta demanda, como countries, grandes edificios o barrios de alta densidad residencial.
Sin embargo, la instrumentación de esas medidas fue negada por voceros del ministro de Planificación Federal, Julio De Vido.
Sostuvieron que la demanda no llegó alcanzar el récord de 24.000 MW registrado el año pasado en todo el país, al que el sistema pudo responder.
Aclararon, además, que la red está preparada para abastecer hasta 26.000 MW, mediante el aumento de la potencia de la central Atucha II y la importación de energía desde Brasil.
La posición oficial contrasta con la falta de servicio eléctrico que volvieron a padecer ayer miles de usuarios en la Capital y el conurbano y que anoche provocó nuevas protestas callejeras. En el área de concesión de Edenor, según testimonios de usuarios, se registraron cortes en Palermo, Villa Urquiza, Villa Pueyrredón, San Martín, Tres de Febrero, Olivos, Villa Adelina, Tapiales, Villa Madero, Aldo Bonzi, parte de San Justo y Ramos Mejía.
Los clientes de Edesur denunciaron cortes principalmente en Caballito, Flores, Villa Crespo, Balvanera, Parque Avellaneda, Nueva Pompeya, Berazategui y Lomas de Zamora.
Pero la crisis no sólo se siente en la calle. Tres empresas de primera línea del sur, el centro y el norte de la provincia de Buenos Aires confirmaron que recibieron por la tarde la llamada de funcionarios del Ministerio de Planificación.
En todos los casos, el heterodoxo pedido era el mismo: reclamaban que "bajaran la carga", es decir, que redujeran su consumo, a modo de colaboración con el mal momento que atravesaba el sistema eléctrico. A todos les prometieron, también, que el pedido de corte sería temporal.
El reclamo oficial llegó a los principales usuarios de energía eléctrica de todo el país, un grupo que integran empresas como las siderúrgicas Acerbrag, Acindar, Aluar y Siderar; las alimentarias Arcor, Bimbo y Paladini; las petroquímicas PBB Polisur, Profertil y Petroken, y las automotrices Peugeot, Ford y General Motors, entre muchas otras.
Los operadores del sector eléctrico explicaron el apuro por dos motivos. Por un lado, el calor sostenido aumentó la demanda, que tendió a equiparar la oferta. Según informes oficiales publicados anteanoche, había 3853 megavatios (MW) con capacidad de generación limitada por falta de combustible o problemas técnicos.
Pese a que los técnicos del sector eléctrico esperaban una semana complicada, nada de eso fue reflejado en los análisis previos que hace Cammesa, la compañía administradora del mercado eléctrico, a cargo de Juan Manuel Abud (gerente general) y Esteban Kíper (vicepresidente), dos funcionarios que responden al ministro de Economía, Axel Kicillof.
Con respecto al cubrimiento del pico de consumo en la semana, el Boletín Informativo para esta semana indica que "se prevé una demanda máxima de pico del SADI [Sistema Argentino de Interconexión] de aproximadamente 23.300 MW, que se abastecerá con las reservas regulantes y operativas establecidas". En ningún momento menciona una posible crisis.