La ex número 3 del mundo protagonizó anoche una exhibición ante Mónica Seles en el Madison Square Garden. La argentina se impuso 8-5
Veinte años después de su retiro, Gabriela Sabatini volvió anoche a pasear su tenis por el Madison Square Garden de Nueva York, escenario de grandes triunfos, para revivir un clásico contra la serbia-estadounidense Mónica Seles.
Las dos tenistas reeditaron la final del Masters de 1990, en la que Seles se impuso en un histórico partido a cinco sets, esta vez con un triunfo de la argentina por 8 juegos contra 5, en un encuentro disputado con un formato inhabitual.
La exhibición, en el marco del Día Mundial del Tenis, tuvo como plato principal el choque entre Roger Federer, actual número dos del mundo y ganador de 17 Grand Slams, y el búlgaro Grigor Dimitrov.
Elegante como siempre, Sabatini, de 44 años y que hacía seis que no jugaba, saltó a la pista con camiseta rosa, falda y bandana negras y pelo recogido.
Se trató del regreso al lugar en el que se coronó campeona del Masters en dos ocasiones, en 1988 y 1994.
"Estar en este estadio de vuelta es increíble. Con Mónica aceptamos jugar este partido porque queríamos estar de vuelta ante este público. Jugué acá mi mejor tenis. Solo pensar en eso era muy atractivo para mí", dijo Sabatini.
En Nueva York, la argentina ganó además su único Grand Slam (US Open, 1990), el techo de una carrera con 27 títulos individuales en la que llegó a trepar al puesto número 3 del ranking antes de retirarse en 1996.
En su vuelta al Garden, "Gabi" regaló 'aces', exquisitas derechas y algunos de esos reveses paralelos que hacían la delicia de los espectadores entre mediados de 1980 y 1990.