El jefe de Gabinete reinteró el cambio de giro que la Presidenta le dio al caso Nisman y se abona la teoría de un "suicidio inducido". El ex agente de la SIDE en la mira
El Gobierno aseguró este viernes que desde el Ejecutivo "ha primado la prudencia en la formulación de la hipótesis" sobre la muerte del fiscal Alberto Nisman, pese al desconcertante giro de la presidenta Cristina Fernández y los cambios en el relato oficial, que pasaron de un suicidio, quizá inducido, a un asesinato en manos del ex agente de la Secretaria de Inteligencia, Antonio "Jaime" Stiusso.
El jueves, mediante una carta publicada en redes sociales, la Presidenta debió aceptar la hipótesis de que la muerte del fiscal Nisman fue un homicidio y archivar la tesis del "suicidio inducido" que había levantado la Casa Rosada.
"Los espías que no eran espías. Los interrogantes que se convierten en certeza. El suicidio (que estoy convencida) no fue suicidio", escribió la mandataria en una nueva carta en su página de Facebook.
Según Cristina, Nisman fue asesinado por los mismos que de acuerdo con su opinión, "le plantaron información falsa" en su denuncia por encubrimiento del Gobierno a Irán por el atentado a la AMIA, que presentó el miércoles 14 de enero.
La mandataria acusó así al ex director general de Operaciones de la Secretaría de Inteligencia (SI) Antonio "Jaime" Stiusso de darle la información a Nisman para su denuncia. Con lo cual responsabilizó implícitamente de la muerte del fiscal.
En esa línea, manifestó que "la operación contra el Gobierno no era la denuncia en sí misma" sino que "la verdadera operación contra el Gobierno era la muerte del fiscal después de acusar a la Presidenta".
En otro orden de cosas, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, reiteró la necesidad de que "la Justicia actúe con todo el respaldo institucional para el esclarecimiento" de la muerte del fiscal de la causa AMIA, que fue hallado el domingo pasado con un disparo en la cabeza.