A pesar de que el canciller Timerman se encontraba en esa ciudad el día de la enorme manifestación, habría recibido la orden de no concurrir. ¿Qué piensa Cristina sobre lo ocurrido?
Fue la movilización más grande de Europa desde la Segunda Guerra Mundial, en este caso para dar un contundente rechazo al terrorismo luego de los ataques en París y otras ciudades.
Pero la Argentina, por decisión de Cristina Fernández, mantuvo una errática posición frente a la demostración mundial, y algunos voceros ultrakirchneristas hicieron declaraciones polémicas.
El canciller argentino, Héctor Timerman, se encontraba en París el domingo, cuando se realizó la gigantesca marcha contra el terrorismo y por la libertad de expresión pero, según la corresponsal de Clarín en Francia, no fue autorizado por la presidenta para asistir.
Esto a pesar de que fue la más importante manifestación francesa en décadas, en solidaridad con los doce periodistas y empleados de Charlie Hebdo masacrados, los ciudadanos franceses de origen judío asesinados en el supermercado kosher y los policías ejecutados.
En su regreso de un viaje a China para preparar la próxima visita presidencial, Timerman aterrizó en París para visitar a su hija, que vive allí.
Estuvo en la Cancillería francesa el sábado para firmar el libro de condolencias mientras se organizaba la marcha.
El protocolo para todos los jefes de estado y enviados especiales de los gobiernos que participarían en la marcha mientras los servicios policiales y de inteligencia se preocupaban por su seguridad.
Timerman fue invitado por las autoridades francesas a participar en la marcha y respondió que debía consultar a Buenos Aires. Llamó y su gobierno le ordenó no formar parte de la marcha, a la que asistieron al menos 45 líderes y jefes de estado mundiales, consignó Clarín.
Fue el único canciller latinoamericano que estaba en París y no asistió como representante oficial a la manifestación, donde un millón y medio de franceses y extranjeros que viven en París repudiaron el terrorismo, homenajearon a la libertad de expresión y ovacionaron a los gendarmes y policías que repelieron los ataques.
La embajadora argentina en París, María del Carmen Squeff fue invitada como diplomática acreditada en París y asistió a la marcha, con el resto de los embajadores del mundo destinados en Francia. Antes envío un mail a su personal para informarles que, como no se trataba de una marcha oficial, estaban autorizados a ir si lo deseaban. Los embajadores marchaban detrás de los cancilleres en la marcha, según el organigrama oficial.