El semanario francés objeto de un feroz atentado que dejó 12 muertos, editará un nuevo número el miércoles con récord de publicaciones
En un claro mensaje destinado a resistir la barbarie, y a pesar de tener su redacción diezmada por la matanza, Charlie Hebdo, el semanario satírico francés cuya sede fue objeto de un feroz atentado con un saldo de 12 muertos, 20 heridos y una gran conmoción global, “no se detendrá”.
Un nuevo número saldrá a la venta el miércoles próximo con una tirada de un millón de ejemplares, aseguraron a la prensa local su jefe de redacción y el abogado de la publicación.
“Vamos a continuar, decidimos salir la semana próxima, no sabemos cómo pero saldremos cueste lo que cueste. Todos estamos de acuerdo”, subrayó el jefe de redacción Gérard Biart.
“Es duro, entre el dolor, la pena y el miedo que nos abarca, pero vamos a hacerlo porque no es la estupidez la que nos vencerá. Habrá un número en la calle pero todavía no sabemos bien cómo”, aseguró Biart.
El anuncio de la salida de un nuevo numero de la publicación, que se destaca por sus ilustraciones y sus crónicas satíricas, ya desata gran expectativa en el país galo.
El abogado del semanario, Richard Malka, señaló al periódico Le Parisien que la tirada prevista para este número es de un millón de ejemplares, algo impensable para una publicación gráfica en el país.
El récord de tirada de este semanario se remonta al 2006, cuando se imprimieron 400.000 ejemplares, luego de la polémica caricatura de Mahoma que tanta indignación causó entre radicales islámicos.
"Nos reuniremos hoy por la tarde, aún no sabemos dónde pero encontraremos lugar donde trabajar”, agregó en referencia a que tanto la sede como la redacción se encuentran cerradas por la policía para llevar a cabo su investigación.
Charlie Hebdo, fundada en 1969 con una línea de izquierda libertaria, recibía regularmente amenazas por caricaturas políticamente incorrectas y sus burlas a políticos y religiones.
El ataque privó al semanario de cuatro figuras centrales del panorama periodístico: los dibujantes Charb, Cabu, Tignous y Wolinski.
El director de la publicación, Stephane Charbonnier, “Charb”, había declarado hace dos años que era plenamente consciente del riesgo que corría, y que prefería “morir de pie que vivir de rodillas”.
Otra de las víctimas, el celebérrimo caricaturista Jean Cabut, “Cabu”, era colaborador de Charlie Hebdo desde su fundación y autor de una de las tres viñetas que en el 2006 hirieron la sensibilidad de los islamistas radicales.
En aquel número, firmaba la imagen de la portada, en la que una figura en representación de Mahoma decía en su leyenda: “Es duro ser amado por tontos”, en coherencia con la línea editorial del semanario, que en los últimos años sufrió varios atentados sin víctimas.
Bernard Verlhac, “Tignous”, en tanto, colaboraba en otros medios como Marianne, L’Echo des Savanes y Fluide Glacial, así como en varias emisiones televisadas.
Georges Wolinski, otro miembro histórico de la redacción asesinado, nació hace 81 años en Túnez, era simpatizante del Partido Comunista sin haber militado nunca en él y dibujante habitual de su órgano de prensa, L’Humanité.