Sin móvil ni sospechas claras, la Justicia uruguaya indagará este mediodía a cuatro personas que fueron demoradas ayer por el homicidio de la adolescente argentina Lola Luna Chomnalez, quien apareciera muerta en las dunas entre Barra de Valizas y Aguas Dulces el martes 30.

Se trata del hombre que dice haber encontrado el cuerpo y su hijo. Para los investigadores, su declaración primera –a partir de la cual se logró dar con el cadáver- es contradictoria. El hombre dijo llegar hasta allí siguiendo huellas, pero los peritos aseguran que las lluvias de esos días habrían impedido o borrado marcas en el suelo.

A ellos se suman un hombre de unos 50 años, cercano a él, y una ciudadana francesa, de la que se desconoce el vínculo con la causa.

Si bien no está completamente descartada la hipótesis de un ataque intrafamiliar, los investigadores analizan ahora si las claves del caso están en un toque de tambores realizado la noche del sábado 27, un día antes de la desaparición de Lola. Según testigos, habría participado de esa actividad.

El sábado, el equipo especial de la Unidad de Análisis de Hechos Complejos de la Policía de Montevideo enviado a Rocha allanó la casa que alquilaron la madrina de Lola y su pareja, Hernán Tuzinkevich.

Del lugar se llevaron varios cuchillos de cocina y otros elementos cortantes para constatar si entre ellos está el arma con que hirieron a Lola.

Según el médico forense del caso, Ruben Castro, el asesino trató de degollar a la adolescente antes de matarla sofocada con arena.