Gesto autoritario de Cristina en medio de acto
Cortó de cuajo las palabras que pronunciaba el auditor general de la Nación cuando habló de obras iniciadas en el 2002. Un despropósito que no se veía hace tiempo en la Argentina
10 de diciembre de 2014
En un gesto autoritario, la presidente Cristina Fernández interrumpió hoy el discurso que pronunciaba el jefe de la Auditoría General de la Nación, Leandro Despouy, porque se animó a decir que una obra había comenzado en 2002, cuando el kirchnerismo considera que la "vida" en la Argentina se inició el 25 de mayo de 2003, con la asunción del fallecido Néstor Kirchner.
El despropósito ocurrió en el acto de inauguración del nuevo del edificio de la AGN, que se hizo por medio de una teleconferencia entre el Microestadio de Morón, donde estaba la presidenta.
A Despouy -habitual crítico del gobierno- se le ocurrió recordar que las obras de restauración del edificio de la AGN datan de las primeras décadas del Siglo XX, pero no pudo terminar. Cuando Despouy recordaba que los planes de restauración se habían iniciado en el "2002" -un año antes de la llegada de Kirchner a la Casa Rosada-, la presidenta lo cortó y sostuvo que "en 2002 estaba destruido el país, no sólo la Auditoría", para nunca más devolverle el uso de la palabra.
La tensión era indisimulable, ya que cuando llegaron las primeras imágenes del acto del edificio de la AGN la Presidenta le pidió a Despouy que "cambie la cara".
"Un poco de buena onda, Despouy", chicaneó la presidenta al dirigente radical, que la escuchaba serio.
La AGN viene publicando informes críticos sobre distintas áreas de gobierno, pero a Cristina lo que más le molestó que alguien le recordara que antes del 2003 la Argentina también existía.