El petróleo está en su nivel más bajo desde el 2009, pero en la Argentina nadie se da por enterado, en especial porque el presidente de YPF, Miguel Galuccio, decidió poner el precio por las nubes para mejorar la rentabilidad de la compañía y, si es posible, quedarse en el puesto durante el próximo gobierno.

Pero esta estrategia, sumada a la recesión, está provocando un fuerte impacto en las ventas.

La venta de combustibles volvió a caer en octubre. Las naftas bajaron 2,1% interanual, según la secretaría de Energía.

Además, golpea la caída en las ventas de gasoil, debido a la menor actividad no sólo agrícolas sino también de las economías regionales en general.

El mercado total, incluido este combustible, cayó 1.8% en promedio, de acuerdo con las estadísticas oficiales.

Pero la nafta “premium” fue la que más se desplomó en octubre, para todas las petroleras, con un promedio de caída del 7.52%.

La diésel común cayó 3.04%. Según Clarín, en YPF, que tiene 58,4% del mercado, la nafta de mejor octanaje cayó 6% mientras aumentaron 5% las ventas de súper, porque mucha gente dejó de consumir premium por el precio: la súper cuesta $11.9 el litro y la “premium”, $13.4.

La caída arrancó, este año, en mayo. Y en el caso del gasoil prácticamente desde que comenzó el año. Esta situación en el mercado de combustibles se dio a pesar de que los precios se mantienen sin cambios desde hace tres meses.